miércoles, 22 de agosto de 2012

EL CORAZON TIBIO

¿Cómo se puede describir a un corazón tibio?

Un corazón que no está apasionado por Dios o que nunca lo ha estado tiene
características muy precisas.

Primero, un corazón tibio es un corazón que no ora, que no desea orar ni
entrar en la presencia de Dios.

Segundo, un corazón tibio no es “despertado” por la Palabra de Dios. Este
encuentra algunas partes de la Palabra interesantes y algunas veces emotivas
pero no experimenta el poder de la Palabra de Dios para transformar corazones.

Tercero, un corazón tibio desobedece a la Palabra. Cuando un corazón tibio
comienza a responder a la Palabra de Dios y el Espíritu Santo quebranta y
revela una verdad, el corazón es como el hombre descrito por Santiago:
“...ése es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural;
él se considera a sí mismo y se va, y pronto olvida cómo era.” (Santiago
1:23-24,RV1995).  El corazón tibio no es hacedor de la Palabra.

Cuarto, un corazón tibio tiene poca o nada de compasión por las almas, poco o
no deseo de orar por o de alcanzar a los perdidos.

Quinto, un corazón tibio solamente asiste a la iglesia cuando le resulta
conveniente. A pesar de que la Palabra habla claramente sobre la importancia de
no evitar el congregarse, el corazón tibio simplemente no siente que ello sea
significativo (ver  Hebreos 10:25).

Sexto, el corazón tibio se encuentra emocionalmente apagado, no se mueve. Este
leerá  un sermón y escuchará esta verdad pero no le importará. Dicho
corazón se apaga a las cosas del Espíritu, a la Palabra, a la oración y a la
compasión por los perdidos.

Pero hay buenas noticias para los tibios  - ¡Jesús le está llamando a que
salga de su estado de tibieza! Él  está diciendo, “Sí, yo estoy llamando a
tu puerta. Yo quiero entrar y cenar contigo  y quiero encender el fuego de Dios
nuevamente en tu corazón y vida.”

“Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él y cenaré con él y él conmigo.” (Apocalipsis 3:20, RV1995).
Gary Wilkerson

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