lunes, 30 de diciembre de 2013

UN LUGAR DE PRUEBAS

Muchos creyentes llegan a lugares de pruebas. A veces el Señor nos lleva a lugares similares a Mara, donde las aguas de la vida son amargas (ver Éxodo 15:22-23). Y una vez allí, nosotros también enfrentamos una sed insatisfecha, preguntas problemáticas y dudas graves. Tú puedes protestar: "No, ¡no me puedes comparar a esos israelitas idólatras y fornicarios! ¡No puedes decir que soy como ellos!" Pero los pobres israelitas no reconocieron estas cosas sobre ellos mismos; no se dieron cuenta de lo que había en sus corazones hasta que llegó la hora de la prueba. Creo que lo mismo es cierto para el pueblo de Dios hoy. El profeta Jeremías escribe: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9). Recuerda que este es el mismo pueblo que más adelante, tembló delante del Señor en el Monte Sinaí, después de oír Sus mandamientos, contestando rápidamente: "Todo lo que Dios ha dicho, haremos. ¡Vamos a obedecer cada orden!" Y los hijos de Israel fueron sinceros en cada palabra que decían. Estaban llenos del temor de Dios y convencidos de que no fallarían en honrarlo. Pero no tenían idea de lo que había en sus corazones; en realidad, estaban en bancarrota espiritual. Como ves, Israel vivía a través de la experiencia de su pastor y maestro, Moisés. No tenían fe propia y cuando Dios quitó a Moisés de en medio de ellos, ¡ellos apostataron en cuarenta días! Lo mismo sucede con muchos cristianos hoy en día. Cuando oyen la Palabra de Dios predicada, ansiosamente se comprometen a someterse a ella con todo su corazón. Pero en realidad, están viviendo a través de la experiencia de alguien más. Se alimentan de audios de enseñanza, seminarios, revelaciones de sus pastores y no tienen su propia experiencia profunda con Cristo. Amado, no puedes obtener la verdadera revelación de Dios a partir de alguien más. Un predicador puede motivarte e inspirarte, y podrás aprender a recitar preceptos bíblicos. Pero hasta que tengas tu propia experiencia con Jesús y desarrolles una historia con Él, no podrás conocerlo. Su Palabra debe abrir camino en tu corazón hasta que se vuelva una experiencia viva. DAVDI WILKERSON

viernes, 27 de diciembre de 2013

DIOS HABLA EN SERIO

¿Te expones a una fuerte predicación que amorosamente descubre tu pecado? Si es así, ¿permites que esa palabra te convenza de pecado? o ¿regresas a tu pecado sin dolor en absoluto? Si estás rechazando las advertencias de la restricción del Espíritu Santo, desobedeciendo a Dios una y otra vez, sin ningún tipo de dolor de corazón, entonces estás siendo reclutado para la secta del Anticristo. El diablo está, silenciosamente, iniciándote en su “misterio de iniquidad", y cuando el prometedor y milagroso Anticristo venga, ¡serás barrido por sus mentiras y entregado a un engaño! Escucha lo que Pablo dice sobre los creyentes transigentes, que ceden su principios y rehúsan amar y obedecer la Santa Palabra de Dios: "A fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia" (2 Tesalonicenses 2:12). Aquí están los resultados ominosos de no creer ni actuar en la verdad de Dios: * El corazón se endurece por el engaño del pecado. * Satanás obra en el corazón que se endureció por justificarse a sí mismo, por lo que se le aligera de todo temor a la sanción. * El creyente llega a ser cegado por la mentira que dice que no hay paga del pecado, ni día del juicio y que puede salirse libre con su placer lujurioso. * El creyente cae presa de doctrinas de demonios, pensando que lo malo es bueno y lo bueno es malo. * Eventualmente se aleja tanto de Cristo y de la verdad, que se vuelve ciego a quién es el Anticristo, y acaba por servirle y adorarle como a un dios * En el Día del Juicio, Dios le dirá a tal persona: "¡Apártate de mí, hacedor de maldad!” Amado, no tiene por qué ser así para ninguno de nosotros. Dios ha hecho una promesa de pacto de eliminar todo engaño de nosotros y darnos la victoria sobre el pecado, a través del poder de la cruz de Cristo. Todo lo que pide es que le declaremos la guerra a nuestro pecado, diciendo: "No voy a hacer la paz con este hábito. Me niego a mantenerlo. Líbrame, Padre, por Tu Espíritu". Cuando Él escucha esta oración, enviará tal poder del Espíritu Santo y gloria desde el cielo, ¡que el diablo no va a tener ni una oportunidad! Ora ahora mismo para que Dios implante en ti una gran reverencia por Su Palabra. Pídele que te ayude a ser disciplinado en tu lectura de las Escrituras y pide al Espíritu que te ayude a tomar en serio lo que lees y ¡cree que Dios habla en serio! DAVID WILEKRSON

jueves, 26 de diciembre de 2013

PARA AQUELLOS QUE NO OBEDECEN

A lo largo de las Escrituras, Dios nos da una idea clara de lo importante que es obedecer Su Palabra. Vemos un ejemplo así, en la vida del rey Saúl. Dios le dio a Saúl, instrucciones claras y específicas a través del profeta Samuel: "Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos" (1 Samuel 15:3). ¿Acaso Saúl obedeció esta orden del Señor? La Escritura nos dice: "Y Saúl derrotó a los amalecitas…Y tomó vivo a Agag rey de Amalec…Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir" (versículos 7-9). Dios había hablado a Saúl en términos clarísimos. Pero Saúl fue a la batalla, obedeció al Señor sólo en parte. En vez de destruir a todos y a todo, perdonó el rey Agag y conservó incluso algunos de los despojos de la batalla. El dolor por esto golpeó fuertemente a Samuel. Le dijo a Saúl: "Y Jehová te envió en misión y dijo: Ve, destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes. ¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová?" (Versículos 18-19). En este punto, la Escritura nos da una Palabra dolorosa, escalofriante: "Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras" (versículos 10-11). ¿Describe esto tu vida? ¿Te ha dicho Dios sin lugar a duda que trates con cierto hábito en tu vida, y sin embargo sigues aferrado a él, negándote a renunciar a él? Su Espíritu puede estar hablándote ahora mismo, con una voz suave, amorosa, diciéndote: "Tu pecado se interpone entre nosotros, interrumpiendo nuestra comunión. Ya no puedo bendecirte mientras persistas en ello. Confía que Mi Espíritu te ayudará, hijo mío". Samuel le dijo a Saúl: "Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey" (versículo 23). Dios rechazó a Saúl por su desobediencia. Dios nos está diciendo a través de este pasaje, que Él habla en serio. Él está diciendo: "Yo te estoy mostrando lo que siento acerca de tu obediencia a mí. Quiero todo tu corazón, ¡no sólo una obediencia a medias!" DAVID WILKERSON

lunes, 23 de diciembre de 2013

BOTAS DE VAQUERO

El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará" (2 Corintios 9:6). Hace varios años yo estaba sirviendo como pastor asistente en la Iglesia Times Square en Nueva York. Anteriormente, cuando vivía en Texas, había comprado un par de botas originales de vaquero de Texas y ¡eran preciosas! Las llevaba puestas en mi oficina cuando un indigente entró. Él había estado a la deriva y pidiendo aventones por todo el país y tenía una mala actitud. "No sé por qué estoy aquí", dijo. "Todas las iglesias son iguales. Gastan su dinero en edificios y ustedes, los pastores ricos, tienen autos y esas cosas". Luego miró hacia abajo y dijo: "Mírate, tienes esas hermosas botas de vaquero y yo tengo estos zapatos viejos y rotos de lona". "¿Te gustan estas botas?" pregunté. Y antes de que pudiera responder, ni siquiera lo pensé dos veces. Simplemente me quité las botas y se las di, y luego volví descalzo a mi casa. Unos seis meses después, recibí una llamada telefónica de un amigo que pastorea en Greensboro, Carolina del Norte. "Gary", dijo, "no vas a creer esto. Tengo frente a mí a un tipo sentado en mi oficina que dice que hace seis meses tú le diste un par de botas de vaquero. Él no puede olvidarse de ti ni de tu iglesia. Él ha estado pidiendo aventones por todo el país durante seis meses y mientras camina, sigue mirando esas botas y pensando en el amor de Jesús". Este hombre entró en la iglesia de mi amigo y le dijo: "Oye, este pastor en la ciudad de Nueva York me dio estas botas de vaquero. Fui a una iglesia llamada “Times Square” y él era uno de los pastores asistentes". Steve preguntó: "¿Se llamaba Gary?". "Sí, ése es el tipo. Se llamaba Gary". Mi amigo Steve le dijo al hombre: "Bueno, durante seis meses, el Espíritu Santo ha estado detrás de ti. ¿Estás listo para darle tu vida a Cristo?" El hombre respondió: "Es por eso que estoy aquí. Vine a esta iglesia a dar mi vida a Jesús hoy". Quiero animarte a que, incluso si sientes como si estuvieras en una hambruna, busques oportunidades. ¿Estás en una hambruna en tu matrimonio? Busca una oportunidad de servir, de amar, de bendecir a tu cónyuge. ¿Estás en una hambruna con tus hijos? ¿Hay división y tensión? Busca una oportunidad de amar, de servir, de ordenar tu casa según los caminos del Señor . ¿Tienes dificultades económicas? Busca la manera de ser de bendición a otros en medio de la hambruna y encontrarás las ventanas de los cielos abiertas. Dios derramará ricas bendiciones sobre tu vida. gary wilkerson

viernes, 20 de diciembre de 2013

IMPEDIMENTOS PARA LA MANIFESTACION DE LA VIDA DE CRISTO EN NOSOTROS

Si tu impedimento es la ambición, Dios puede abrirte una tremenda puerta de oportunidad. Puede ser el proyecto más grande y ambicioso de tu vida, y Dios permitirá que te embarques en él, pensando: ¡Eso es! Al fin ha llegado mi gran oportunidad. Entonces el Señor permitirá que todo se desplome. Terminarás entre las ruinas de tu sueño, llorando: ¡Señor, pensé que este proyecto era tu voluntad! Pensé que tenía tu bendición. Oré fielmente a ti acerca del asunto, y me dejaste llegar hasta aquí. ¿Cómo pudiste permitir que fracasara tan miserablemente? El fracaso de tu proyecto pretende ser la muerte a todo lo que impida que la vida de Cristo se manifieste en ti. Tu impedimento pueden ser las increíbles revelaciones que recibes de la palabra de Dios. Te preguntarás: ¿Cómo puede ser que una revelación fresca pueda ser un impedimento para un amante de Jesús? Un día te puedes estar gozando por las nuevas verdades que te han sido reveladas, doctrinas profundas que nunca antes habías visto. Tu confianza aumenta, porque constantemente aplicas cada revelación nueva a tu caminar con el Señor. De repente, sin ninguna razón aparente, tu alma entra en una etapa de sequía. Pronto tu gozo y seguridad dan lugar a un sentir de fragilidad e inutilidad. Una depresión inexplicable llena tu alma, y cada día se convierte en una carga para ti. Las Escrituras que una vez habían cobrado tanta vida en tu corazón ahora parecen un libro cerrado. En lugar de recibir revelación, piensas si es que alguna vez podrás volver a aprender algo, pero el problema no es tu intelecto. Tu sequía pretende apresurar la muerte a toda confianza en tu carne. Es una muerte a tu tendencia de gloriarte en la revelación que te ha sido entregada, en vez de recibir tu gozo de Cristo. El hecho es que la revelación tiende a producir orgullo. Esta es la razón por la cual Dios permitió un aguijón en la carne de Pablo. Él estaba impidiendo que Pablo se gloríe en sus muchas grandes revelaciones. Dios quería que su fiel siervo se mantuviera humilde en todo. Todo este proceso de tener que soportar “situaciones de muerte” puede parecer cruel. Sin lugar a dudas, es uno de los aspectos más dolorosos de nuestro caminar con Jesús. Pero si permitimos que la muerte termine su obra en nosotros, la vida resucitada de Cristo fluirá libremente desde nosotros. Si, por otro lado, resistimos la obra de la muerte, ¡nunca tendremos la vida de Cristo en nosotros! DAVID WILKERSON

jueves, 19 de diciembre de 2013

ENTREGADO A LA MUERTE

El apóstol Pablo escribe: “Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.” (2 Corintios 4:11) Cuando Pablo dice: “nosotros que vivimos”, está haciendo eco de las palabras de Jesús en Apocalipsis 1:18 (NTV): “Yo soy el que vive”. Pablo está hablando aquí de cristianos, aquellos que confían en Cristo y tienen Su vida habitando en ellos. Sin embargo, Pablo está diciéndonos en efecto que también hemos sido entregados a la muerte. Así es, tal como el Padre entregó a su Hijo a la muerte, de igual manera Él entrega a todos los que están en Cristo. Dios guía a cada uno de nosotros de la mano a las mismas puertas de la muerte y dice: “Aquí, muerte, toma a éste también. ¡Haz lo que tengas que hacer con él!” Y en ese momento, la mano de Dios no nos protege, más bien, nos guía a las mismas fauces de la muerte. Te preguntarás por qué Dios haría esto. Él lo hace por la misma razón que Él entregó su hijo a la muerte. Él sabe que la muerte, el dolor y la tristeza no nos pueden envolver por completo ni destruir, ¡Porque tenemos dentro de nosotros la vida de Cristo mismo! Dios sabe que no hay riesgo para nosotros, como tampoco lo había para Jesús. Y Él tiene un plan de victoria para nosotros, como también lo tuvo para su propio Hijo. Sin embargo, esta victoria sólo puede lograrse en nosotros a través de la muerte. Pablo nos advierte: “Si tienes la vida resucitada de Cristo en ti, Dios te va a lanzar a la muerte ¡todos los días de tu vida! El apóstol añade: “Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.” (Romanos 8:36). El significado griego aquí es: “Todos los días somos entregados a la muerte.” En resumen, Pablo está diciendo: “Todos los días confronto una nueva situación de muerte.” Quisiera que entendieras que Pablo no se está refiriendo a la muerte física aquí, sino que a un tipo de muerte que nos sucede diariamente en nuestro caminar con Cristo. Cuando él testifica: “…cada día muero.” (1 Corintios 15:31), se está refiriendo a tribulación, aflicción, persecución, peligro y problemas de todo tipo. En esencia, Pablo está diciendo: “Nosotros que tenemos la vida de Cristo en nosotros somos entregados constantemente a una situación de muerte tras otra. Todos los días, alguna nueva prueba nos golpea. ¡Pero tenemos la vida del Hijo de Dios dentro de nosotros! DAVID WILKERSON

miércoles, 18 de diciembre de 2013

BENDECIDOS PARA SER DE BENDICIÓN

Dios quiere bendecirte y favorecerte. Él quiere enriquecer tu matrimonio y tu vida espiritual. Él quiere que seas sabio, que puedas discernir y tomar decisiones inteligentes que te conduzcan a tener bendición en tu vida. Sin embargo, tenemos que ser cuidadosos con las bendiciones de Dios. No cuidadosos porque Él nos bendice, sino que cuidadosos con lo que hacemos con esas bendiciones. Muchos de nosotros recibimos las bendiciones de Dios, pero luego las convertimos en algo egoísta. En Lucas 12:16-19, Jesús habla de un hombre que fue bendecido: “La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?” Dios es generoso y ama a derramar bendiciones sobre sus hijos. El hombre de esta historia fue bendecido en abundancia, pero al mirar de cerca el conflicto en esta historia, vemos que da un giro en la dirección equivocada. Vemos que el hombre bendecido “pensaba dentro de sí mismo”. Allí es donde a menudo el problema comienza, mi amigo. Dios comienza a bendecirnos y nosotros empezamos a pensar: “¿Qué voy a hacer con esto?” Cuando comenzamos a preguntarnos qué hacer con nuestros recursos, el egoísmo suele brotar. Mira el lenguaje aquí: “Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?” ¿De quién son los frutos (bendiciones)? Pertenecen a Dios: ¡Todo pertenece a Dios! Así que la mente de este hombre se estaba volviendo egoísta. Estaba empezando a ver los dones de Dios, las relaciones, los talentos, como cosas que se podrían utilizar para su propio beneficio, y el egoísmo comenzó a penetrar en la fibra misma de quién era. “Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.” Debemos ser muy cuidados cuando escuchamos predicar acerca de las bendiciones de Dios. Nuestra percepción de Sus bendiciones es de vital importancia. ¿Queremos amontonar bendiciones para nosotros mismos y así crear un pequeño capullo perfecto para nuestra comodidad y placer? ¿O queremos mirar a nuestro alrededor y bendecir a los demás? Somos bendecidos desde el mismísimo principio del pacto de Dios de bendecir a la humanidad: ¡Bendecidos para ser de bendición! GARY WILKERSON

martes, 17 de diciembre de 2013

VIDA RESUCITADA

Mientras Jesús estaba en silencio en la tumba, Satanás y sus hordas se alegraban. Ellos pensaron que habían ganado una victoria irreversible, pero en todo momento, el plan predeterminado de Dios estuvo en marcha, ¡un plan para la vida resucitada! El Señor envió a Su Espíritu Santo a las mismas entrañas de la muerte y allí el Espíritu vivificó el cuerpo de Jesús, levantándolo de los muertos. Nuestro bendito Salvador salió de la tumba, atravesando la gruesa piedra, con este testimonio: "El que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades" (Apocalipsis 1:18). Cristo está diciendo: "¡Yo soy el que tiene la vida eterna! Estuve muerto, pero estoy vivo, ahora y para siempre. ¡Yo tengo en Mis manos las llaves de la vida y la muerte!" El momento en que Jesús salió de la prisión de la muerte, se convirtió en la resurrección y la vida. Lo hizo no sólo para Sí, sino para todos los que creyeran en Él desde ese día. Él nos trajo una vida de resurrección ¡más allá del poder de la muerte! Por lo tanto, ya no hay ninguna razón para que un cristiano tema a la muerte o la vea como un enemigo. Nuestro Señor la ha vencido por completo: "al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte" (Hechos 2:24). Si has recibido a Jesús como tu Salvador y Señor, entonces Él vive en ti como el gran poder de la vida resucitada. El mismo poder de resurrección que Lo levantó de la tumba, te sustentará también. "¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros?" (2 Corintios 13:5). Tú tienes dentro de tu ser todo lo que está en Cristo, ¡una poderosa fuerza vital que Satanás no puede destruir! "Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu" (Efesios 3:14-16). DAVID WILKERSON

lunes, 16 de diciembre de 2013

ENTREGADO A LA MUERTE

En el Día de Pentecostés, el apóstol Pedro declaró a las multitudes en Jerusalén: "Jesús nazareno…entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole" (Hechos 2:22-23). ¿Qué quiso decir Pedro al decir esto? Un diccionario griego traduce sus palabras de esta manera: "Jesús fue entregado a los enemigos, entregado a muerte de acuerdo con el plan predeterminado de Dios". Qué extraño e incomprensible acto de un Padre celestial supuestamente amoroso. ¡Dios deliberadamente entregó a su Hijo a la muerte! Era como si Él hubiera llevado a propósito a Jesús a las manos de sus peores enemigos y les hubiera dicho: "Aquí está Mi Hijo, hagan con Él lo que quieran". Luego se quedó ahí, sin hacer nada para impedir que sus enemigos malvados lo mataran. ¿Qué tipo de plan predeterminado era éste? ¿Por qué entregaría Dios a Su propio Hijo amado a la muerte? Pedro nos da la respuesta, justamente en el siguiente versículo: "Por cuanto era imposible que fuese retenido por ella (la muerte)" (Hechos 2:24). Dios sabía que era imposible que Jesús fuera retenido de forma permanente en las garras de la muerte. Así que no había riesgo para Él al entregar a Su Hijo a la muerte, porque Él sabía que Jesús saldría de la tumba, como Vencedor Glorioso sobre la muerte, ¡resucitado por el poder vivificante del Espíritu Santo! Es importante, sin embargo, entender los tiempos en los que Pedro habló estas palabras. Hasta el Calvario, la muerte era algo muy aterrador para la humanidad. Todavía estaba bajo el dominio del diablo, bajo su gobierno y señorío; y por lo tanto era un enemigo a quien se debía temer. Dios sabía que este poder de la muerte tenía que ser quebrantado y es por eso que Él entregó a Su Hijo a la muerte. "Para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo" (Hebreos 2:14). Dios quería quitar el aguijón de la muerte, para romper el poder de Satanás sobre la muerte de una vez por todas, así que Él permitió que Jesús descendiera a la muerte, a fin de que ésta sea sorbida. DAVID WILKERSON

viernes, 13 de diciembre de 2013

ERES BENDECIDO

Todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto" (Génesis 26:4-5). "Guardó" es una palabra clave en este pasaje porque la obediencia trae bendición. Das un paso de fe y dices: "Dios, esto es difícil y ni siquiera estoy seguro de que lo pueda hacer". Pero das el paso y dices: "Dios, voy a obedecer" y cuando lo haces, las ventanas de los cielos se abrirán para ti. La gracia nos da el poder para hacer lo que Dios nos llama a hacer. Somos llamados a ser un pueblo santo, a ser apartados, a ser reverentes al Señor, a obedecer Sus mandamientos. A menudo, la desobediencia nos priva del favor, de la bendición y del cumplimiento de la obra que Él quiere hacer en nuestras vidas. No importa lo que Dios te diga que hagas, obedécele. Si te dice que des, obedécele. Si te dice que vayas, obedécele. Si te dice que te quedes, obedécele. No vivas de acuerdo a lo que tú quieras hacer, vive de acuerdo a lo que Dios quiere que hagas y descubrirás que las bendiciones vienen a ti, sobre ti y alrededor de ti. Las cosas que toques serán bendecidas por el Señor. "Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno" (versículo 12). Vemos que Isaac sembró y cosechó una gran cosecha. Dios no está ansioso o enojado acerca de la economía de los Estados Unidos. Él no está preocupado por lo que está pasando en tu trabajo o en tu hogar. ¿Por qué? Porque Él tiene toda la capacidad, todos los recursos, todo el poder en el cielo para satisfacer todas tus necesidades conforme a Sus riquezas en gloria. Dios quiere que sepas que Él te está bendiciendo. Así es Su corazón. Deshazte del concepto de un Dios irritado, pasado de moda, que está en el cielo esperando que cometas un error para poder quitarte cosas. ¡No! Dios quiere darte el poder de ser obediente porque Él ama bendecirte. GARY WILKERSON

jueves, 12 de diciembre de 2013

SE ENCIENDE EL FUEGO

A mi regreso de un corto viaje de descanso, saludé a la gente de mi congregación con algo importante en mi corazón. “Hermanos y hermanas,” dije, “verdaderamente siento que he recibido palabra de Dios acerca del futuro de nuestra iglesia. Durante el tiempo que estuve ausente, estuve clamando a Dios pidiendo que nos ayudara, que me ayudara, a comprender lo que Él más desea de nosotros. Y creo haber recibido una respuesta. “No se trata de algo elaborado, profundo o espectacular. Pero quiero decirles hoy con toda la seriedad que me sea posible: Desde ahora en adelante, la reunión de oración será el barómetro de nuestra iglesia. Lo que suceda el martes por la noche será el indicador mediante el cual juzgaremos el éxito o el fracaso porque esa será la medida por la cual Dios nos bendecirá. “Si invocamos al Señor, nos ha prometido en Su Palabra que responderá, que atraerá a Él a los que no han sido salvos, que derramará de su Espíritu entre nosotros. Si no invocamos al Señor, no nos ha prometido nada, nada en absoluto. Es así de sencillo. No tiene importancia lo que predique y lo que proclamemos creer en nuestras mentes. El futuro dependerá de nuestro tiempo de oración. “Este es el motor que moverá a la iglesia. Sí, quiero que sigan viniendo los domingos, pero la noche del martes es la que tiene verdadera importancia”. Por casualidad esa mañana estaba presente un ministro de Australia (o tal vez era de Nueva Zelandia), lo cual era una rara ocurrencia. Lo presenté y lo invité a decir algunas palabras. Se dirigió al frente e hizo un solo comentario: “Escuché lo que dijo su pastor. He aquí algo en que pensar: Puedes saber el grado de popularidad de una iglesia por los que asisten el domingo por la mañana. Puedes saber el grado de popularidad del pastor o evangelista por los que asisten el domingo por la noche. Pero puedes saber el grado de popularidad de Jesús por los que asisten a la reunión de oración”. Y con eso, se bajó de la plataforma. Eso fue todo. Nunca lo volví a ver. JIM CYMBALA Jim Cymbala comenzó la iglesia Brooklyn Tabernacle con menos de veinte miembros en un pequeño y deteriorado edificio en una parte difícil de la ciudad. Nacido en Brooklyn, es un viejo amigo de David y Gary Wilkerson, y un orador frecuente en conferencias para pastores y líderes patrocinadas por World Challenge en todo el mundo.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

¿HAS SIDO LIBERADO?

Quiero hacerte una pregunta, muy simple pero importante: ¿Has sido liberado? Al principio, la respuesta podría ser muy fácilmente un “sí”, pero en realidad, muchos de nosotros estamos viviendo en una forma de mundo imaginario, fantasioso. Hemos sido liberados, lavados, redimidos y santificados; estamos limpios, puros, lavados y viviendo para Dios en una especie de “otro mundo” que está en algún lugar en las tierras de la sombra más allá de nuestro entendimiento. En realidad, en nuestro día a día, en nuestra existencia cotidiana, “donde el cielo se encuentra con la Tierra”, por decirlo así, comenzamos a tener una sensación diferente acerca de nuestra vida. ¿He sido realmente liberado? Muchos de nosotros estamos clamando a Dios y rogándole todos los días: "Señor, ¡por favor libérame! Libérame de la esclavitud, libérame del poder del pecado, libérame de estos hábitos y adicciones”. Constantemente le estamos pidiendo a Dios que nos libere. La verdad es que, si ya te has encontrado con Jesucristo, si has sido lavado por la sangre del Cordero y limpiado por Su preciosa sangre, has sido liberado en Él. ¡Eres victorioso y eres una nueva creación en Cristo Jesús! “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo” (2 Corintios 5:17-18). No tienes que venir al altar y rogar y suplicar y revolcarte en desesperación y culpa, gritando: "¡Oh Dios, libérame! Dios, por favor, cámbiame". No, porque Él ya te ha cambiado. Él ya te ha hecho una nueva criatura. Él ya puso en ti, convicción de injusticia y ha plantado Su justicia dentro de ti. Como creyente en Jesucristo, tú no puedes obligarlo a Él a hacerte justo pero si lo has hallado, Él ya ha te hizo justo y completo. ¡Aleluya! ¡Esas son buenas noticias! Gary Wilkerson

martes, 10 de diciembre de 2013

LA DESCENDENCIA DE ABRAHAM

Hay victoria disponible para nosotros sobre todas estas cosas que atribulan nuestras mentes. Se encuentra envuelta en un pacto que Dios hizo hace años con Abraham y sus descendientes: “Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron; para hacer misericordia con nuestros padres, y acordarse de su santo pacto; del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, que nos había de conceder que, librados de nuestros enemigos, sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.” (Lucas 1:71-75). El juramento de Dios a Abraham y a sus hijos es claro como el cristal: ¡Él nos librará de todos nuestros enemigos, para que podamos vivir sin miedo - tranquilos y en reposo - todos los días de nuestras vidas! Amados, este pacto se aplica a cada uno de nosotros que vivimos hoy en día. Según Pablo, todos los que han recibido a Cristo como Señor por la fe son “descendientes de Abraham.” “…No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.”(Romanos 9:8). “Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.” (Gálatas 3:7). Entonces, ¿Cómo podemos reclamar la promesa de este pacto? Abraham hizo una pregunta similar al Señor, cuando él no vio ningún alivio para su dilema. Él preguntó: “¿Qué me darás, Señor, ya que yo no tengo ningún hijo?” Esta fue la respuesta de Dios: “… Yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande” (Génesis 15:1). El Señor le dijo: “Abraham, Yo voy a darte a Mí mismo - y eso es todo. Yo seré tu defensor y tu gran recompensa, porque Yo soy el que soy. ¡Nunca necesitarás temer a otro enemigo mientras vivas, porque Yo seré Dios para ti!” El Señor nos da una promesa tan gloriosa como esta en su nuevo pacto cuando dice: “Y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo;” (Hebreos 8:10). De hecho, desde el mismo principio de la creación, a través de toda la Escritura, oímos a Dios haciendo esta súplica a la humanidad: “¡Yo quiero ser Dios para ti!” DAVID WILKERSON

lunes, 9 de diciembre de 2013

TRISTEZA QUE PROVIENE DE DIOS

Creo que podemos conocer nuestro verdadero estado espiritual por cuán atribulados nos sentimos por nuestros pecados más pequeños contra nuestro Señor. Algunos cristianos se afligen sólo por lo que ellos consideran los “grandes pecados” como el adulterio, el abuso de las drogas, la bebida o decir palabrotas. Pero la persona verdaderamente espiritual sabe que ningún pecado es pequeño a la vista de Dios y se aflige cada vez que cuenta un chisme, dice un chiste sucio o tiene un persistente mal pensamiento, pues sabe que estas cosas salen de su corazón, el centro mismo de su ser. Tu puedes desobedecer a Dios en tales “pequeñas cosas”, excusándote y olvidándote de ellas. Pero si lo haces, nunca madurarás en Cristo. Tu rectitud es medida por tu negativa a aceptar cualquier cosa que aflija a tu bendito Salvador. Hace poco dije algo no muy cristiano a mi esposa. Mis palabras estaban totalmente fuera de lugar e inmediatamente caí bajo convicción de pecado. Supe que había hecho algo mal en contra de ella, así que le pedí perdón. Entonces la abracé y le dije que la amaba. Pero mi mente todavía estaba atribulada y pensé: “¿Cómo pude ser capaz de algo tan contrario al carácter de Jesús? Después de todo, nunca he estado tan cerca del Señor, nunca he orado tanto como lo he hecho en el último año. Debo ser absolutamente malo como para que esa cosa tan ruda haya salido de mi corazón.” En ese momento, el enemigo me susurró: “Esa pequeña metida de pata no fue una gran cosa, fue algo muy pequeño.” Pero el Espíritu Santo inmediatamente se alzó en mi corazón para refutar la voz del diablo. Él me tranquilizó: “David, el mismo hecho de que estés afligido por este pecado es una prueba de que Yo estoy trabajando en ti. Mientras más te aflijas incluso por la trasgresión más pequeña contra Mi amor, estás más cerca de conseguir la victoria” Dios nos envió su Espíritu para hacer guerra contra nuestra carne con sus deseos y lujurias. Así que, si no te sientes atribulado cuando fallas - si puedes sacudirte el pecado sin sentido de culpa, pena o arrepentimiento - entonces el Espíritu Santo no está dentro de ti para hacer la guerra. “Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios...” (2 Corintios 7:9) Si estás bajo convicción de pecado aún por la trasgresión más pequeña, estás cerca de la verdadera victoria. ¡Él está ganando la batalla en tu corazón al producir una tristeza que proviene de Dios, la cual te lleva al arrepentimiento verdadero. DAVID WILKERSON

viernes, 6 de diciembre de 2013

¡TRAE VIDA!

Me hubiese gustado conocer a Pablo en los maduros, últimos días de su caminar con el Señor. Le hubiese preguntado: “Hermano, ¿Qué evitó que desmayaras y te dieras por vencido? Fuiste constantemente atribulado por todos lados”. Yo creo que Pablo me hubiese contestado: “Si, fui atribulado, pero no me angustié por nada de eso.” “Pero escribiste a menudo que estabas en apuros por tus pruebas”, le diría yo. “Cierto, pero nunca caí en la desesperación”, podría haberme contestado. “Tú también fuiste perseguido más que nadie”. “Si, es cierto. Pero el Señor nunca me desamparó a través de todo eso.” “Fuiste derribado muchas veces con enfermedades y problemas”. “Claro, pero nada de eso me destruyó”. Hoy en día Pablo le testifica al mundo: “Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2 Corintios 4:8-9). Él quiere que el pueblo de Dios sepa que: “Todos tus problemas son leves aflicciones momentáneas. Y que ellas producen en ti un peso eterno de gloria, mas allá de lo que puedas comprender” (Ver versículo 17) Pablo nos dice: “De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.”(2 Corintios 4:12). El apóstol afirma claramente: “Esta es la razón por la cual Dios nos entrega a muerte. ¡Lo hace para que la vida de Cristo fluya desde nosotros hacia los demás! Si permitimos que la muerte termine su obra, la vida de Cristo se manifestará en nosotros. ¡Y nuestro testimonio producirá vida en todo aquél que lo escuche!” Recuerda, cuando los problemas financieros te golpean, cuando los dolores físicos te atacan, cuando tu nombre y reputación son difamados, todos los ojos están sobre ti. Tus colegas, los miembros de tu familia, tus hermanos y hermanas en Cristo, hasta los extraños te están observando y esperando tu reacción. ¿Qué ven ellos fluir de ti en tales momentos? ¿Ven fe, confianza y entrega? ¿O ven a un cristiano murmurador y desesperado que no confía su vida al poder de resurrección de Jesús? Amado, ¡permite que la muerte termine su obra en ti! Deja que quite todo lo que impide que la vida de Cristo fluya desde ti hacia otros. Dile al Señor: “Padre, yo sé que estos problemas no me están sucediendo porque estás enojado conmigo. Tú estás tratando de alcanzar algo en mi alma. Trata con eso, Señor. ¡Llévalo a la muerte, y de esa muerte trae vida! DAVID WILKERSON

jueves, 5 de diciembre de 2013

UN NUEVO CAPÍTULO

Hay 28 capítulos en el libro de los Hechos, pero durante siglos Dios ha estado escribiendo un nuevo capítulo a través de decenas de miles de discípulos suyos. Sus nombres no son Felipe o Tabita o Timoteo, mas bien, hoy en día tienen nombres como Jenny, Jimmy y Jonathan. Jenny es una pelirroja australiana que asiste a nuestra iglesia en Colorado Springs. Ella tiene la sonrisa más divertida que jamás haya oído y está loca por el evangelio. Todos los días, ella y su marido ven el mover del poder de Dios en las personas con las que se encuentran. También hay un discípulo llamado Jimmy junto a quien he ministrado durante décadas. Pocas personas evangelizan de la forma en que Jimmy lo hace. Recientemente, cuando guió a alguien al Señor, le pidió: “Déjame dirigir un estudio bíblico en tu casa”. Pronto, más personas del barrio estaban llegando y siendo salvas. Jimmy hizo lo mismo en otro vecindario y luego en otro. Estudios bíblicos están apareciendo por toda la ciudad gracias a un cristiano radical que cree en el poder del Espíritu para mover corazones de forma sobrenatural. Jonathan es un discípulo en nuestra iglesia que tiene trece años de edad y que ora con tal autoridad como si fuese alguien que ha pasado toda su vida en misiones. Sus oraciones hacen que los adultos caigan de rodillas, porque vienen de un corazón contrito y humillado. Jonathan tiene hambre de ver a Dios salvar a los perdidos, y su hambre espiritual es contagiosa. Los discípulos que estoy describiendo son cristianos del siglo veintiuno que han recibido el poder del primer siglo. Del mismo modo, tú y yo hemos sido llamados a ser equipados por el Espíritu de Dios para hacer la obra de Dios. Creo que es hora de que muchos miembros de la iglesia ya no sólo sean meros oyentes de la Palabra, sino también hacedores. Por supuesto que los estudios bíblicos y los grupos de oración son buenos, pero una cosa es saber acerca de Jesús y su gloria, y otra muy distinta es tener Su Espíritu viviendo dentro de nosotros, de manera que ministremos como Él lo hizo. El Espíritu Santo ha venido a morar en nosotros para que pueda lograr Sus propósitos a través de nosotros. Te insto a orar conmigo: “Señor, hazme ser poderoso en el aprendizaje de tu Palabra e igual de poderoso en hacerla. Trae Pentecostés aquí hoy, Señor! Amén”. GARY WILKERSON

miércoles, 4 de diciembre de 2013

EL MAYOR ENGAÑO

El mayor engaño en la iglesia moderna es el asunto de usar la Palabra de Dios para poner una etiqueta de aprobación sobre la codicia. Por fuera, la doctrina de Jezabel funciona (ver 1 Reyes 21:14-16). Le dio a Acab lo que quería. Encima de todo, era su derecho, porque cuando un hombre era apedreado por alta traición contra el rey, todos sus bienes pasaban a manos del rey. Nabot de Jezreel le había dicho a Acab que no le daría la heredad de sus padres, porque el Señor le había prohibido hacerlo. "…Y [Acab] se acostó en su cama, y volvió su rostro, y no comió. Vino a él su mujer Jezabel, y le dijo: ¿Por qué está tan decaído tu espíritu, y no comes? ¿Eres tú ahora rey sobre Israel? Levántate, y come y alégrate; yo te daré la viña de Nabot de Jezreel" (1 Reyes 21:4-7). Escucha la doctrina de Jezabel: "Tú eres el rey, el número uno, y tiene derechos. Que nada te detenga de conseguir lo que quieres". Ella le dijo a Acab: "¡Sé feliz! Te lo conseguiré". Ese es el falso evangelio en pocas palabras. "No te preocupes. No te sientas triste o condenado por esos deseos que te consumen. Te lo conseguiré". Al igual que los métodos engañosos que Jezabel usó, estas doctrinas tuercen y manipulan las Escrituras. Pero Acab no pudo disfrutar de lo que recibió debido a un molestoso profeta de Dios. "Entonces vino palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo: Levántate, desciende a encontrarte con Acab…en la viña de Nabot, a la cual ha descendido para tomar posesión de ella. Y le hablarás diciendo: Así ha dicho Jehová: ¿No mataste, y también has despojado? En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre…Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? El respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo delante de Jehová" (1 Reyes 21:17-20). Imagínate a Acab caminando en su nueva propiedad, diciendo: "¿No es bella la vida? ¡Ah!, Jezabel, no estaré necesariamente de acuerdo con todos sus métodos, pero sin duda lo logra". Sin embargo, detrás de cada paso suyo, estaba el profeta Elías. Así también es hoy. Dios ha enviado profetas, clamando a voz en cuello, confrontando la doctrina de Jezabel del materialismo, incomodando a los cristianos a disfrutar de sus juguetes y adquisiciones. Se han vendido. No pueden verlo, pero el pecado está detrás de todo esto. Cada vez que me pronuncio en contra de la doctrina de la prosperidad, siento el espíritu y el poder de Elías sobre mí. Vas a oír más y más sobre esta doctrina de Jezabel siendo desenmascarada. En todas partes, se oirán voces proféticas altas y claras, clamando: "¡Pecado! Lo poseíste vendiéndote al pecado". DAVID WILKERSON

martes, 3 de diciembre de 2013

EL PELIGRO DE NO RENUNCIAR AL PECADO OCULTO

Tres características particulares de la doctrina de Jezabel se hallan en la Jezabel del Antiguo Testamento, la madre y la personificación de las falsas doctrinas. De acuerdo a Jesús, su nombre es sinónimo de falsa doctrina, cualquier doctrina que enseña que algo malo puede ser bueno, que lo profano puede ser puro. En hebreo, “Jezabel” significa "casta, virtuosa, sin idolatría". ¡Imagínate! La mujer más impía, idólatra, manipuladora y odiosa de toda la Biblia se llama virtuosa, sin pecado. A algo muy malo se le ha llamado bueno. E, irónicamente, inclusive "casto". ¿Cómo se convirtió en casta? "Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él. Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel…y fue y sirvió a Baal, y lo adoró" (1 Reyes 16:30-31). “Acab” significa"estampado con la naturaleza de su padre". Jezabel representa la doctrina falsa y Acab es su víctima. La Biblia dice que no bastó que Acab tuviera un corazón inclinado hacia el pecado, la idolatría y la transigencia. Él trae a su vida una influencia satánica que lo confirmará en su pecado. "A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba" (1 Reyes 21:25). El mensaje es que la tendencia de los cristianos que no renuncian a la lujuria y al pecado oculto, es a abrazar y a contraer matrimonio con una doctrina falsa que sólo los emocionará y confirmará en sus pecados. Lo último que necesitaba Acab era una Jezabel. Ella sacó lo peor de él, lo magnificó y destruyó a Acab. Lo mismo ocurre con la falsa doctrina. Si hay algún pecado, lujuria o mundanalidad en ti, lo último que necesitas es una doctrina que sacará lo peor de ti. Cuando David pecó con Betsabé, él no necesitaba un profeta falso con un mensaje tranquilizante que le diga lo mucho que Dios lo amaba. Necesitaba al inflexible profeta Natán, exclamando con un dedo señalador: "¡Tú eres el hombre!". Aquéllos que predican la doctrina de Cristo muestran a la gente la diferencia entre lo bueno y lo malo. No hay mezcla en sus labios. "Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio" (Ezequiel 44:23). Tenemos toda una generación de chicos confundidos que ni siquiera puede reconocer el mal cuando lo ven. Los falsos profetas los han engañado. Ellos llaman bueno a los rockeros de cabello morado, que se visten como sadomasoquistas, altaneros, contorsionándose sexualmente en el púlpito. Se nos dice que el sexo fuera del matrimonio es bueno siempre y cuando estés enamorado y respetes verdaderamente a la otra persona. Los falsos profetas se han convertido en los defensores del pecado. DAVID WILKERSON

lunes, 2 de diciembre de 2013

UN VERDADERO PENTECOSTÉS

En Hechos 11, leemos sobre un cambio histórico en la iglesia, el cual llegó a través de creyentes anónimos, llenos del poder del Espíritu. Éstos fueron los primeros en llevar las buenas nuevas de Jesús más allá de las barreras del judaísmo, hacia los gentiles: "Pero había entre ellos…los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús" (Hechos 11:20). Me encanta la frase "había entre ellos" que se utiliza aquí. Estos creyentes anónimos y fieles no tenían ni idea del papel fundamental que desempeñaron en la historia. Pentecostés no es sólo un evento que ocurrió hace 2,000 años, sino un fenómeno viviente que continúa sucediendo alrededor del mundo. En algún lugar en este momento, hay pequeños grupos de personas clamando a Dios y Su Espíritu está descendiendo sobre ellos, dándoles el poder para ser Sus testigos delante de un mundo perdido. Pentecostés está sucediendo ahora mismo en Varanasi, una ciudad al norte de la India que visité hace no mucho tiempo. Menos del uno por ciento de la población iba a la iglesia, cuando una joven cristiana llegó allí unos años atrás. Ella empezó a conducir a las personas a Jesús, una por una; y los convertidos, guiaban a otros al Señor. Esta joven no se guardó Pentecostés para sí misma y hoy hay miles de creyentes dinámicos en la región, con un poderoso testimonio para Cristo. Hay otras como ella en todo el mundo, cristianos que claman al Espíritu para llevar el amor del Padre más allá. En varias ocasiones, mi padre, David Wilkerson, me hablaba de lo que más le dolía cuando pastoreaba una pequeña iglesia de Pensilvania en 1950. Era una iglesia pentecostal, así que los servicios seguían un rumbo determinado. Una hermanita tocaba el órgano y la congregación cantaba algunas canciones tradicionales. Alguien se ponía de pie y pronunciaba un mensaje en lenguas, seguido de otro que daba la interpretación. Entones Papá predicaba. Más tarde, él hacía una oración y la gente venía al altar, clamando para que el Espíritu Santo viniera. Luego, todos se iban a casa. Esta iglesia no tenía campañas evangelísticas, ni ministerio de misericordia. Muy pocas personas fueron traídas a Cristo durante los pocos años que mi padre pastoreó. Eran cristianos que buscaban Pentecostés para sí mismos, pero nunca conocieron el Pentecostés que Dios tenía en mente para ellos. La oración del corazón quebrantado de mi padre lo decía todo: "Señor, si de esto se trata Pentecostés, no lo quiero. Si se trata de tener un club de "bendíceme” semana tras semana, no tendré nada que ver con ello". Fue a causa de su deseo por un verdadero Pentecostés, que Papá dejó de ver televisión y en lugar de ello, pasaba tiempo en oración. Lo demás es historia. Durante las décadas posteriores, se distribuyeron varios millones de copias de su libro “La Cruz y el Puñal”; habiendo más de 1,000 centros “Desafío Juvenil” alrededor del mundo que trabajan para rescatar a los perdidos y quebrantados. Todas estas obras proclaman el poder activo de Dios, hoy, a través del Espíritu Santo. GARY WILKERSON