Permítame compartir con usted lo que yo llamo “la vida devota para gente
que viaja diariamente a su trabajo y para personas que viajan en metro.” Es
una forma simple de guiar a cristianos ocupados a que tengan una vida devota,
práctica y profunda, sin nada de misticidad.
La devoción a Jesús significa confiar en Él solamente para suplir cada
necesidad de nuestro cuerpo, alma y espíritu. Esto significa renunciar a
cualquier persona o recurso para que supla esas necesidades. Mucha gente
soltera dice, “Yo estoy cansado de estar solo. Necesito a una pareja. ¡Si
solamente Dios pudiera darme a alguien!”
No, una pareja nunca será capaz de suplir tal necesidad. De hecho, una pareja
posiblemente podría hacerle doblemente miserable pues ¡usted no solamente
tendrá sus propios dolores de cabeza sino también los de él (o ella)! Hasta
que Jesús sea su enfoque, hasta que usted lo vea a Él como su única
verdadera satisfacción, usted se hundirá más y más profundo en
desesperación.
Hasta cierto punto, Jesús quería probar a Sus discípulos que Él estaba por
encima de cualquier situación. Por tanto, Él llamó a Pedro a que saliera del
bote y caminara sobre el agua para encontrarse con Él. Pedro obedeció - y
mientras él permaneció enfocado en Jesús, él estaba por encima de todo,
inclusive, ¡caminando sobre agua! Pero cuando el discípulo empezó a
enfocarse en su entorno, él empezó a hundirse. (ver Mateo 14:28-31).
La lección aquí es elemental. Sin embargo, yo le pregunto: ¿qué hace usted
cuando siente que se va a hundir? ¿llama usted a un amigo por ayuda? ¿o
mantiene sus ojos enfocados en Jesús y clama, “Señor, sálvame”?
La novia de Cristo será constatada por aquéllos que han renunciado a buscar
ayuda, consuelo o satisfacción en cualquier cosa en esta tierra. Ellos han
aprendido a depender totalmente en Aquél que ellos aman para satisfacer toda
su hambre y sed.
¿Tiene usted esta experiencia con Jesús? Yo le insto a que mantenga sus ojos
enfocados en su Novio. Espere Su venida en cualquier momento y no busque en
nadie o nada que lo llene.
DAVID WILKERSON
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