miércoles, 4 de junio de 2014

CAMINANDO CON ÉL

“Por la Enoc fue traspuesto”(Hebreos 11:5). Esta es una verdad increíble, casi más allá de nuestra comprensión. Toda la fe de Enoc estaba enfocada en el único gran deseo de su corazón: Estar con el Señor. Enoc ya no podía resistir el estar detrás del velo, él tenía que ver al Señor, así que Dios lo traspuso en respuesta a su fe Nuestro hermano Enoc no tenía Biblia, ni himnario, ni maestros, ni llenura del Espíritu Santo, ni un velo rasgado con acceso al Lugar Santísimo. ¡Pero él conocía a Dios! “Es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). ¿Cómo sabemos que Enoc creía que Dios era su galardonador? Porque sabemos que es sólo la fe, la que agrada a Dios, ¡y sabemos que Enoc agradaba a Dios! Dios retribuye, es decir paga bien por la fidelidad. ¿Cómo galardona Dios a los diligentes? Existen tres galardones importantes que vienen al creerle a Dios y caminar con Él en fe. * El primer galardón es, control de Dios sobre nuestras vidas. La persona que descuida al Señor, pronto se sale de control a medida que el diablo aparece y toma el control. ¡Si tan sólo se enamorara de Jesús, caminando y hablando con Él! Rápidamente, Dios le mostraría a esta persona que Satanás no tiene un verdadero dominio sobre él y acto seguido esta persona le permitiría a Cristo controlarla. * El segundo galardón que viene por la fe es tener “luz pura”. Cuando caminamos con el Señor, se nos premia con luz, dirección, discernimiento y revelación, un cierto “conocimiento” que Dios nos da. * El tercer galardón que viene con un caminar de fe es, protección contra todos nuestros enemigos. “Ninguna arma forjada contra ti prosperará” (Isaías 54:17). El texto original en hebreo se traduce así: “Ningún plan, ni instrumento de destrucción, ni artillería satánica te empujará o te aplastará, sino que será eliminada”. DAVID WILKERSON

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