viernes, 30 de mayo de 2014
SUFICIENCIA EN TODAS LAS COSAS
¿Por qué tantos creyentes experimentan debilidad, sentimientos de
desesperación y vacío, como si no pudieran continuar más? Es porque ellos no
tienen la revelación que el Espíritu le dio a Pablo, ¡una revelación de
todas las provisiones que Dios ha hecho posible para aquellos que se apropian
de ellas por fe!
¿Encajas en la descripción que hace Pablo del siervo rico, aquél que tiene
todo lo que necesita y aun más; en todo tiempo, en cada crisis? ¿Has
comprobado esto haciendo retiros del banco del cielo?
Por varios años yo trabajé con Kathryn Kuhlman, una evangelista
norteamericana. Yo predicaba con todo mi corazón en sus campañas mensuales en
Pittsburg, Pensilvania y Youngstown, Ohio. Las reuniones se llevaban a cabo en
la mañana y en la noche, y generalmente al final de cada día yo estaba
exhausto. Una noche la Sra. Kuhlman nos dijo a mi esposa Gwen y a mí: “Vamos
a algún lugar a cenar”. Yo le respondí: “Lo siento, estoy demasiado
cansado. Debo ir al hotel y dormir un poco”.
Ella me miró con curiosidad y me preguntó: “David, ¿predicaste bajo la
unción del Espíritu esta noche?” Yo respondí: “Tú sabes que yo estaba
ungido. ¡Los altares estaban llenos de gente!”
La señora Kuhlman dijo suavemente: “Entonces no estas captando algo. Si
estás ministrando bajo el poder del Espíritu Santo, deberías estar más
fuerte al final del culto que cuando comenzaste ¡porque él es un Espíritu
vivificador! Tú puedes sobreponerte a tu carne, porque por el Espíritu,
puedes apropiarte de esa libertad”. Desde entonces, yo he comprobado esa
verdad en mi ministerio.
“Y poderoso es Dios…a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo
lo suficiente, abundéis para toda buena obra” (2 Corintios 9:8). Abundar
aquí significa literalmente: “Siempre aumentando; tener más al final que al
comienzo”. En otras palabras, mientras la batalla se torna más fuerte ¡la
gracia de Dios aumenta! Cuando la debilidad venga sobre ti, la fuerza de Dios
viene sobre ti, con mayor fuerza, si puedes creerlo.
DAVID WILKERSON
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario