miércoles, 19 de febrero de 2014
LA IGLESIA COMIENZA EN CASA
Ya hemos visto en las Escrituras que la verdadera iglesia de Dios está
dondequiera que haya creyentes que le ministren al Señor. Y eso tiene que
estar ocurriendo en tu hogar. El apóstol Pablo dice sobre Priscila y Aquila:
"... a la iglesia de su casa" (Romanos 16:5).
Muchos cristianos llegan a la casa a una deslumbrante televisión y dedican
poco tiempo, si alguno, para ministrar al Señor. Nunca oran. Nunca se
encierran en el lugar secreto para buscar al Señor o interceder por sus
esposas e hijos. Sin embargo, ¡se quejan de que no pueden encontrar una
iglesia!
No importa si no hay un esposo o padre en tu hogar que pueda asumir el papel de
sacerdote. Tú puedes ser una madre soltera, un hombre soltero o una mujer
soltera. Sin embargo, sin importar quién seas, Dios dice que eres un sacerdote
real ¡y estás llamado a ministrarle a Él!
Tal vez digas: "Pero es que ya encontré la iglesia correcta y me encuentro con
el Señor allí cada semana. Escucho una predicación piadosa y entro en una
adoración maravillosa. Estoy satisfecho con mi iglesia".
Me alegro contigo por ello, pero si tú ves a la iglesia como tu grupo local de
compañerismo, entonces todavía no has encontrado la verdadera iglesia. La
iglesia correcta, bendecida por Dios comienza donde tú vives.
Y si tú no estás ministrando al Señor en casa, entonces, lo más probable es
que te hayas enfocado tan sólo en tus necesidades personales y no encontrarás
la iglesia correcta hasta que vayas a tu lugar secreto de oración. Lo
hallarás al darle a Jesús tiempo de calidad, ¡al servir el deseo de Jesús
de tener comunión contigo!
Cuando tu hogar se convierta en una iglesia, todas tus necesidades más
profundas serán saciadas, no por medios humanos, sino por tu Padre celestial,
de una forma sobrenatural. Las necesidades de tus hijos también serán
saciadas, ¡todo porque el Espíritu Santo tiene comunión contigo en tu lugar
secreto! Entonces podrás ir a cualquier iglesia, sin importar cuán muerta
parezca estar. ¿Por qué? ¡Lo harás para tener comunión allí con otros
buscadores hambrientos! Él tiene siervos hambrientos en todas partes, y Él,
sobrenaturalmente, te conducirá a aquellos con quienes podrás compartir tu
hambre de ministrar al Señor.
DAVID WILKERSON
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