lunes, 25 de febrero de 2013

LA PROVISIÓN DE NUESTRO PADRE

Nunca en mi vida había hablado con tantas personas asustadas como lo hice en
los últimos tres meses. ¡América está absolutamente aterrorizada!    

Constructores, profesionales de Wall Street, minoristas, ejecutivos, abogados,
propietarios de pequeñas empresas están diciendo lo mismo: “Esta peor de lo
que la mayoría de la gente piensa. Y se va a poner aun peor. Estamos en una
carrera hacia tiempos muy duros”.    

A nadie le gusta escuchar este tipo de noticias, de hecho, puede ser muy
deprimente. Pero los puritanos tenían un dicho: "Nuestros afectos sobornan a
nuestro discernimiento". Nos gusta vivir en América y nos gusta nuestra forma
de vida, pero si no nos enfrentamos a la verdad de que tiempos difíciles
están viniendo sobre nuestras naciones y de hecho, están sobre nosotros,
nunca vamos a tener la confianza que vamos a necesitar.    

Tenga la seguridad de que nada está tomando a Jesús por sorpresa. Él ve todo
lo que va a venir. El que ha contado los cabellos de la cabeza de cada persona y
ha contado cada gorrión caído, sabe de antemano lo que sus seguidores
enfrentarán en los últimos días.      

Él sabe a donde va a ir cada dólar en el presupuesto federal y Él sabe que
su arriendo y los impuestos están aumentando. El sabe de cada despido laboral
al que Sus hijos se están enfrentando y sabe todo acerca de sus cuentas por
pagar. Él sabe que usted tiene hijos y cuantos son. No hay una sola cosa que
nuestro bendito Salvador no supiera cuando nos dijo muy específicamente en
Mateo 6:25-33: "Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su
Padre celestial ya conoce todas sus necesidades"

Usted se pregunta cómo un cristiano necesitado puede no pensar en su estado
físico, yo le digo que no podemos rehuir la promesa que Jesús nos dio, Sus
palabras son eternas: "Yo os digo..." De hecho, usted puede tomar esas mismas
palabras delante del trono de Dios y decir a Jesús: "Estas son las palabras en
letras rojas: ‘¡Yo digo que no pienses en tus necesidades!’"

No importa cuántos bancos quiebran o que tanto crecen las filas de
desempleados, ¡nuestro Señor alimentará a las aves del cielo, vestirá los
lirios del campo y proveerá para las necesidades diarias de un océano lleno
de peces! "Vuestro Padre celestial los alimenta" (Mateo 6:26). Ni una sola
criatura sufrirá sin que nuestro Señor lo sepa.

Los tiempos duros nunca detendrán la provisión de nuestro Padre: "¿No son
ustedes mucho más que ellas? . . . ¿No hará mucho más por vosotros?"(Mateo
6:26, 30).
DAVID WILKERSON

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