viernes, 28 de diciembre de 2012
UN ESPÍRITU DIFERENTE
“Solamente mi siervo Caleb ha tenido un espíritu diferente. . .” (Números
14:24, DHH).
¿Qué era lo que había en Caleb que hizo que la Biblia dijera que él tenía
un espíritu diferente?
¿Eres tú un hombre o mujer que tiene hambre y sed y clama a Dios: “Hazme un
hombre o mujer con un espíritu diferente”? ¿O eres un cristiano mediocre,
dispuesto a vagar en el desierto, dispuesto a pasarte la vida en mediocridad?
¿Qué era lo que había dentro de Caleb y Josué que los diferenciaba? ¿Por
qué tenían un espíritu diferente? ¿Qué distingue a un hombre o mujer que
tiene un espíritu diferente? ¿Por qué ellos no parecen ser comunes? ¿Qué
es lo que tienen ellos y porqué algunos de nosotros no lo tenemos? ¿Cómo es
que estos hombres y mujeres obtienen este espíritu diferente? Y la pregunta
más importante ¿Cómo puedo obtenerlo?
Un hombre joven en nuestra iglesia se determinó con firmeza a seguir a Jesús.
Cuando estoy con él me digo a mi mismo: “Jesús, yo quiero el tipo de
espíritu desesperado que este joven tiene. Quiero más de ese fuego y esa
unción, de esa pureza y santidad”.
Este joven dice: “Estoy decidido a seguir a Jesús, no en mi propia fuerza
sino en el poder del Espíritu Santo”. El corazón de este joven me dice:
“Estoy decidido a caminar con manos limpias y corazón puro”. En una época
de mediocridad, él ha decidido poner sus ojos en Jesús. Cuando otros alrededor
de él están dispuestos a presentar un show de luces con mucho ruido y pocas
nueces para acercar a una gran multitud, él está clamando: “Señor, yo no
quiero eso. Sí, yo quiero tener miles de almas salvadas, pero yo tengo hambre
de algo más de ti”
GARY WILKERSON
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