martes, 31 de julio de 2012

CRÉDITO A NUESTRA CUENTA

Nunca seremos justificados o acepta como justos delante de Dios a menos que
estemos delante de Él con la justicia perfecta de Cristo como si fuera
nuestra. Esa es la única justicia que Dios reconoce, así que ¿cómo podemos
recibir la justicia perfecta de Cristo?

El Padre celestial nos la imputa a través de nuestra fe. "Como también David
habla de la bienaventuranza del hombre a quien imputa la justicia de Dios sin
obras..." (Romanos 4:6). Pablo cita a David diciendo: "El  hombre más rico,
más bendito y con más paz sobre la tierra es el que entiende que se le ha
imputado una justicia perfecta - sin obras"

"[Abraham] Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se
fortaleció en la fe y dio gloria a Dios... Por eso su fe se le tomó en cuenta
como justicia. Y no solamente con respecto a él se escribió que se le tomó en
cuenta, sino también con respecto a nosotros, pues Dios tomará en cuenta
nuestra fe, si creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, nuestro
Señor"(Romanos 4: 20-24).

Esta justicia tiene que ser imputada a nosotros. No es nuestra por infusión.
En otras palabras, Dios no la vierte en nosotros. No, no es nuestra justicia,
nada de lo que ha hecho o logrado. Siempre es su justicia, que nos es imputada,
acreditado en nuestra cuenta.
La palabra imputar significa "referir o valorar, considerar o atribuir a una
persona algo que no tiene, contar o acreditar a la cuenta de alguien." Cuando
Jesús nos imputa su justicia, Dios la mira como nuestra. No, nosotros no la
ganamos. Cristo lo hizo todo y Él lo atribuye a nuestra cuenta.

Esta imputación viene solo por la fe. No podemos trabajar por ella o merecerla
de ninguna manera. Por el contrario, a causa de nuestra fe en Jesús y su obra
redentora, el Señor nos acredita la justicia de Cristo  y somos contados como
perfectos en Él. Al confesar nuestros pecados y tener fe en Él, nosotros
estamos delante de Dios con una justicia imputada; es una justicia perfecta por
fe y no por obras:

  * "Por lo tanto, es por fe, para que sea por gracia" (Romanos 4:16).
  * "Porque con el corazón se cree para justicia" (Romanos 10:10).
  * "La justicia de Dios que es por la fe en Jesucristo, para todos y sobre
todos los que creen, porque no hay [distinción]" (Romanos 3:22).


DAVID WILKERSON
 

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