lunes, 16 de enero de 2012

UNA CIRUGÍA FACIAL HECHA POR EL ESPÍRITU SAN

David declaró con audacia: " pues lo he de alabar otra vez ¡El es la
salvación de mi ser, y mi Dios!" (Salmo 42:11). Y repite la misma declaración
en el Salmo 43:5. La mejor traducción del hebreo original de estos dos
versículos es: "¡Dios es la salvación de mi cara!"

Yo creo que David está diciendo algo importante aquí: su cara es un cartel
que anuncia lo que está pasando en su corazón. Toda la alegría o la
confusión que lleva dentro se refleja en su rostro. Cuando hablo de rostro,
estoy hablando de la expresión facial, lenguaje corporal, tono de voz.

Por ejemplo, cuando mi mente está cargada con las preocupaciones de nuestra
iglesia, sermones, finanzas, relaciones, tengo la tendencia a encorvarme. Luzco
preocupado, mi frente se arruga, algunas personas incluso me dicen que luzco
triste.

Un día estaba caminando por la calle, totalmente absorto en asuntos de la
iglesia y, probablemente, muy encorvado. Me encontré con una casa de crack
donde una mujer se sentó en la entrada con una sonrisa de oreja a oreja. Yo
podía ver que estaba hundida en el crack. Ella vio que yo me le aproximaba y
mientras más me acercaba, ella dijo: "Señor, no puede estar tan mal."

¡Quede pasmado! Y pensé: "Aquí está esta mujer llevada por el crack y aquí
estoy yo, un hombre de Dios. Ella sonríe y luce bien y yo estoy encorvado otra
vez, como si no tuviera esperanza. "¡Fue un reproche para mí!

Doy gracias a Dios por Su gran salvación –por redimir nuestra alma, nuestro
espíritu e incluso nuestro cuerpo. Sin embargo, ¡muchos de nosotros
necesitamos lograr la salvación de nuestra cara! Necesitamos que El Espíritu
Santo nos haga una cirugía facial, porque ¡la cara está dando el mensaje
equivocado al mundo!

Una joven entró a nuestra casa de recuperación con las líneas del pecado
profundamente grabadas en su rostro. Su rostro era muy duro, sin embargo, dos
semanas después de ser salva, nadie podía creer el cambio, ni siquiera la
reconocían.

¿Qué fue semejante cambio de rostro? "La sabiduría del hombre ilumina su
rostro y hace que la dureza de su rostro cambie. " (Eclesiastés 8:1).

Tomo "sabiduría" en este verso para significar a Jesucristo. De hecho ¡la
presencia de Cristo en su corazón tiene un impacto directo en su cara! Esto
afecta su caminar, su hablar y hasta el tono de su voz.

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