viernes, 20 de enero de 2012

LAS LIMITACIONES DE LO MILAGROSO

Nadie nunca ha visto tantas obras sobrenaturales como Israel. Dios realizó
milagro tras milagro para ellos, y sin embargo, cada obra tuvo como resultado a
un pueblo sin fe y más incrédulo que antes. Se podría pensar que las diez
plagas de Egipto pudieron producir fe en los israelitas. Cuando Egipto se vio
afectado por las moscas, éstas no se encontraron en el campamento de Israel.
Cuando Egipto cayó bajo la oscuridad total, no había oscuridad en Israel. Sin
embargo, ¡ninguna de estas plagas produjo fe de ninguna clase!

Incluso después de que Dios abrió el Mar Rojo, la fe de Israel duró sólo
tres días. Las Escrituras dicen: "No se acordaron de la muchedumbre de tus
misericordias, sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo" (Salmo 106:7).

El salmista está diciendo aquí: "¡Incluso dudaron de Dios en el Mar Rojo, el
lugar donde Él realizó su milagro más grande!"

Somos tan parecidos a Israel. Queremos que Dios hable una palabra y nos conceda
una liberación milagrosa, que supla rápidamente nuestras necesidades, y
elimine todo nuestro dolor y sufrimiento. De hecho, usted puede estar diciendo
ahora mismo: "Si Dios me sacara de este embrollo, si Él me concediera este
milagro, ¡yo nunca dudaría otra vez!" Sin embargo, ¿qué pasa con todos los
milagros que Él ha realizado para usted? ¡Acaso éstos no han producido la fe
para ayudarle con su problema actual!

Dos hombres preciados de Dios, de la tribu Zulu, en Africa visitaron un día la
iglesia de Times Square. Un avivamiento increíble estaba teniendo lugar entre
los ocho millones de zulúes ,y Dios estaba haciendo grandes milagros entre
ellos.

Sin embargo, dichos hombres no compartieron sobre esto. Más bien, lo que más
les impresionaba del avivamiento eran los "vencedores zulúes," aquéllos que
estaban en pos de Cristo quemando libros de brujería y testificando con
valentía, a pesar de estar atravesando severas pruebas. Estas personas fueron
alguna vez malvadas, con espíritu homicida y ahora ¡estaban siendo
transformados a la imagen de Jesús!

Creo que la gran señal o prodigio para el mundo en estos últimos días no es
una persona que ha resucitado de entre los muertos. No, lo que realmente tiene
un impacto en la mente y en el espíritu de los impíos, es el cristiano que
permanece con una fe sólida ante todas las pruebas, las tormentas, el dolor y
el sufrimiento. Tal creyente emerge de sus problemas más fuerte de carácter,
en su fe y en Cristo.


DAVID WILKERSON

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