Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio.
Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú.
Fuera de ti, no poseo bien alguno.»
Poderosos son los sacerdotes *paganos del país,
según todos sus seguidores.[a]
Pero aumentarán los dolores
de los que corren tras ellos.
¡Jamás derramaré sus sangrientas libaciones,
ni con mis labios pronunciaré sus nombres!
Tú, Señor, eres mi porción y mi copa;
eres tú quien ha afirmado mi suerte.
Bellos lugares me han tocado en suerte;
¡preciosa herencia me ha correspondido!
Bendeciré al Señor, que me aconseja;
aun de noche me reprende mi conciencia.
Siempre tengo presente al Señor;
con él a mi derecha, nada me hará caer.
Por eso mi *corazón se alegra,
y se regocijan mis entrañas;[b]
todo mi ser se llena de confianza.
No dejarás que mi vida termine en el *sepulcro;
no permitirás que sufra corrupción tu siervo fiel.
Me has dado a conocer la senda de la vida;
me llenarás de alegría en tu presencia,
y de dicha eterna a tu derecha.
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