La película se trataba de un jugador de béisbol, que había entregado su vida a ese deporte. Motivo por el cual no formo una familia, si tenia una novia que veía en los tiempos que el deporte se lo permitía. Ella tenia una hija de soltera, en unas vacaciones El se va a vivir con ella y su hija, alquilan una
Cabaña en un hermoso lugar, cortando madera con una sierra se lastima su brazo izquierdo, el brazo con él
que lanzaba la pelota. Fueron duros meses de rehabilitación hasta que volvió a jugar, pero, ya no lo hacia
bien ,ni rendía como antes, el brazo le dolía, lentamente se le empezaba a dormir y perdía total sensibilidad En este último partido cuando lo estaban por vender, hizo una oración a Dios para que no le doliera por diez minutos. Comenzó el partido, le gritaban que se retirara y muchisimas cosas mas, la presiòn que estaba sufriendo era insoportable hasta que en un momento ve se acuerda cuando era niño y su padre le enseñaba a jugar.
Su padre le decía: Tranquilo, despeja el mecanismo de control.
Ese recuerdo lo tranquilizo, las voces exteriores se silenciaron y pudo ejecutar su jugada y lograr su mejor partido.
Así, nos pasa a nosotros los creyentes, cuando no escuchamos la voz del Padre, el mecanismo de este mundo
nos presiona para hacernos perder aquello que verdaderamente tiene valor en nuestra vida.
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