miércoles, 12 de marzo de 2014
¡AYUDAME, SEÑOR!
David Jeremiah, mi viejo amigo de Shadow Mountain Community Church cerca de San
Diego, ha predicado varias veces en el Brooklyn Tabernacle. Inmediatamente
después de que se le diagnosticara un cáncer, nos llamó pidiendo que
oráramos por é1. Varios meses después regresó para visitarnos durante una
reunión de encuentro del ministerio que hicimos en la zona de la arena del
Madison Square Garden. Luego predicó en uno de nuestros servicios de1 día
domingo. La congregación entera estaba feliz de ver a este maravilloso hermano
cristiano por el cual todos habíamos intercedido.
Conmovido por el amor y la actitud de agradecimiento que produjo su aparición,
David luego hizo un comentario al respecto desde el púlpito: “Llamé aquí en
cuanto supe de mi enfermedad porque conocía el énfasis que ponen en la
oración. De hecho, alguien me acaba de saludar en el vestíbulo y dijo:
‘Pastor Jeremiah, verdaderamente clamamos a Dios por usted'. Por eso fue que
los llamé. Sabía que sus oraciones no serían un mero ejercicio mecánico
sino un verdadero clamor a Dios con pasión por mi necesidad. Y Dios me ayudó
a superar la dura prueba”.
Ese es el significado literal de la palabra hebrea que se usó innumerables
veces en el Antiguo Testamento cuando el pueblo invocaba a Dios. Significa
clamar, implorar pidiendo ayuda. Esta es la esencia de la oración verdadera
que toca a Dios.
Charles Spurgeon una vez comentó que “el mejor estilo de oración es aquel
que sólo se puede definir con la palabra clamor”.
¿Acaso no es eso lo que Dios nos invita a hacer a lo largo de la Biblia?
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas
que tú no conoces” (Jeremías 33:3). Dios no está distante. No está
desconectado. El nos dice continuamente a través de los siglos: “Yo te
ayudaré, de veras lo haré. Cuando no sepas adónde recurrir, recurre a Mí.
Cuando estés listo para levantar tus manos, levántalas a Mí. Acompáñalas
de tu voz, también, y Yo vendré y te ayudaré”.
JIM CYMBALA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario