jueves, 7 de noviembre de 2013
CÓMO VENCER SOBRE LA TENTACIÓN
El poder para aguantar y no ceder a la tentación, no viene de llenar nuestras
mentes con versos de las Escrituras, o de hacer promesas y votos, o de pasar
horas en oración y ayuno, ni aún de entregarnos a alguna gran causa
espiritual. Estas cosas son todas loables y normales para el crecimiento
Cristiano, pero no es ahí donde se encuentra nuestra victoria.
El simple secreto para aguantar cualquier tentación es ¡romper el miedo que
tenemos al poder de Satanás! El temor es el único poder que Satanás tiene
sobre el hombre. Dios no nos da el espíritu de temor. ¡Eso es sólo de
Satanás! Pero el hombre le tiene miedo al diablo. Está atemorizado de los
demonios. Tiene miedo a fallar. Miedo a que sus apetitos y hábitos no puedan
ser alterados. Miedo a sus deseos íntimos, a que estos estallarán y
controlarán su vida. Miedo a que él sea uno entre mil que es diferente a los
demás, lleno de lujuria, y sin compostura.
El hombre tiene miedo a no poder dejar su pecado. Él acredita a Satanás con
poder que éste no tiene. El hombre clama, “¡Estoy atrapado y no puedo
parar! Estoy hechizado y en poder del diablo. ¡El diablo me hace hacerlo!”
El miedo tiene tormento. Mientras usted esté con miedo del diablo, usted nunca
podrá romper el poder de ninguna tentación. El temor le da alas a Satanás, y
los Cristianos que tienen miedo del diablo tienen poco o nada de poder para
resistir.
¡Todo está basado en una mentira! La mentira es que Satanás tiene poder para
derribar a los Cristianos que están bajo presión. ¡No es así! Jesús vino a
destruir todo el poder del diablo sobre los hijos de Dios que han sido lavados
en la sangre. Yo me he preguntado varias veces por qué Dios permite que las
personas espirituales sean tentadas. ¿Por qué Dios no remueve todas las
tentaciones en lugar de dar con la prueba “la salida para que podáis
soportarla” (1 Corintios 10:13)? La respuesta es simple. Una vez que usted se
da cuenta de que Satanás está sin poder – una vez que usted se da cuenta de
que él no puede hacerle hacer ninguna cosa – una vez que usted se da cuenta
que Dios tiene todo el poder para mantenerlo sin caída – de ahí en adelante
usted puede “aguantar” cualquier cosa que Satanás lance contra usted.
¡Usted podrá atravesar eso sin temor a fallar!
No somos librados de la tentación, pero sí del miedo al diablo que nos hace
ceder a ella. Seguiremos siendo tentados hasta que lleguemos al lugar de
“descanso” en nuestra fe. Ese descanso es la confianza inamovible de que
Dios ha derrotado a Satanás, de que Satanás no tiene en nosotros derecho ni
reclamo, y que nosotros emergeremos como oro probado en el fuego.
DAVID WILKERSON
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