martes, 8 de octubre de 2013

ESTO NO ES UN JUEGO

Josafat, el rey de Judá, se dirigía a casa después de estar con Acab, el malvado rey de Israel. El Señor envió un profeta a su encuentro, con estas palabras fuertes: “Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová ira contra ti por esto” (2 Crónicas 19:2). Dios le estaba diciendo a Josafat: “No te imaginas el peligro y las consecuencias de lo que has hecho. Puedes pensar que es una cosa ligera tener afinidad con alguien que está en contra mía. Acab era mi enemigo, un idólatra y tú hiciste amistad con él. Escuchaste su conversación malvada y permitiste su inmundicia. Y aún, no te pronunciaste en contra nada de eso, Josafat, ¡tengo una controversia contigo acerca de esto!” En este punto, puedes estar pensando: “Entiendo que Acab era malvado, pero cuando considero mis propios amigos, no hay manera en que pueda pensar en ellos como enemigos de Dios.” Sin embargo, considera estos pasajes de las Escrituras: * “El que no es conmigo, contra mí es”(Lucas 11:23). ¿Tu amigo toma el lado del Señor en todas las cosas? * “Porque como pecado de adivinación es la rebelión” (1 Samuel 15:23). ¿Está el consejo de tu amigo lleno de rebeldía? * …el que condena al justo… [es] abominación a Jehová (Proverbios 17:15). ¿Tu amigo habla mal de gente piadosa? ¡Esto no es un juego! Tus amigos son un asunto serio para Dios, porque sus acciones tienen consecuencias graves: “Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño. Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia. …Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea que os despedace…” (Salmo 50:19-22). Gracias a Dios, la Escritura dice: “Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá” (2 Crónicas 20:3). El rey se humilló y se arrepintió: “Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová.”(Versículo 18). Dios respondió al quebrantamiento de Josafat dándole a Judá la victoria total contra los moabitas. Por último, la Biblia dice: “Y el reino de Josafat tuvo paz, porque su Dios le dio paz por todas partes.” (Versículo 30). DAVID WILKERSON

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