lunes, 28 de octubre de 2013

DIOS HA HECHO GRANDES COSAS

"Porque yo Jehová, Dios tuyo…te amé…No temas, porque yo estoy contigo" (Isaías 43:3-5 ) . Las historias del Antiguo Testamento de Abraham, Josué y todo Israel fueron escritas para alentarnos y exhortarnos a buscar la presencia de Dios en nuestras vidas. Podemos dar gracias a Dios por lo que hizo Su presencia para ellos, aun así cada uno de nosotros tiene un poderoso testimonio de lo que la presencia de Dios ha hecho por nosotros: guiando nuestras vidas, abriendo puertas, moviendo obstáculos, derritiendo corazones y quitándonos el miedo. He comprobado esta verdad en mi vida. Tú podrás decir: "¡Te estás jactando!” ¡No, el hecho es que la presencia de Dios ha estado conmigo a pesar de mí mismo! Cuando empezamos la iglesia “Times Square” en Nueva York, la presencia de Cristo emanaba de nosotros en todo lo que hacíamos. Recuerdo entrar en el despacho de un famoso productor de Broadway en busca de un teatro para que sea usado como iglesia. El secretario de este hombre y su personal se burlaron de mí, sus palabras y actitudes me aseguraron de que yo, un ministro humilde, no sería capaz de conseguir una cita. De hecho, pensé que me iban a expulsar. Pero entonces el productor salió de su oficina y cuando me vio, ¡me invitó a entrar! Durante las siguientes semanas, el productor y yo pudimos conocernos. A veces miraba por encima del escritorio y me decía: "No sé por qué estoy pasando tanto tiempo con usted. Mi agenda está absolutamente ocupada". Pero cada vez que entraba en su despacho, su secretaria me conducía a través de los demás visitantes, diciendo: "¡Entre directamente, reverendo, él está esperándole!" Con el tiempo, este hombre nos vendió su teatro emblemático para usarlo como la iglesia “Times Square”. Aun mientras firmaba los documentos de venta, decía: "No sé por qué estoy haciendo esto". Sólo fue la presencia de Dios la que lo llevó a vendernos dicha instalación. Pocos años después de que se hizo el acuerdo, ¡él y sus abogados vinieron a rogarnos para comprarlo de vuelta! He visto a Dios cambiando los corazones de otras personas también. El dueño del edificio del costado se negó a vendérnoslo para usarlo como un anexo. Pero con el tiempo nos volvimos amigos, y poco después, nos vendió el edificio. Siempre me decía: "¡Alguien allá arriba está trabajando para usted!" Ese es el poder de la presencia de Dios. Y cada cristiano puede testificar de la misma manera: "¡La presencia de Dios me ha hecho grandes cosas!". DAVID WILKERSON

No hay comentarios: