martes, 23 de octubre de 2012

EL SEÑOR PELEARÁ POR VOSOTROS

Como los egipcios rápidamente se acercaron a los hijos de Israel, no había
lugar para que ellos escaparan. Las montañas de ambos lados estaban desnudas,
sin árboles o cuevas para esconderse. Y el mar los encerraba en el otro lado
¡Era una situación imposible! La Escritura dice que en este momento:
“Mientras el faraón se acercaba, los israelitas levantaron la vista y se
llenaron de pánico al ver que los egipcios los alcanzaban. Entonces clamaron
al Señor” (Éxodo 14:10).

Póngase usted mismo en esa situación. Su familia reunida a su alrededor:
niños, abuelos todos sus parientes. De repente se oye el ruido de los
carruajes, el ruido de sables, y el grito de guerra de un feroz y asesino
ejército sediento de sangre. ¿No le daría miedo?

La verdad es que Dios es paciente con nosotros cuando el rubor terrible del
miedo humano nos supera en una crisis repentina. Nuestro Señor no es un duro
capataz, Él sabía que iba a ser una experiencia aterradora para Israel. De
hecho, él habría estado satisfecho con una oración como: "Señor, ¡tenemos
miedo! Sin embargo, sabemos que siempre lo has sido fiel para
liberarnos. Cuando estuvimos en Egipto, Tú nos libraste del ángel de la
muerte y de todas las plagas. Sabemos que tienes el poder para librarnos de
esta crisis también. Padre, ¡encomendamos nuestras vidas en tus manos!"

Pero, ¿era ese el grito de Israel? ¡No! La Escritura dice, "Ellos dijeron a
Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos
en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de
Egipto? ... Habría  sido mejor servir a los egipcios, que morir nosotros en el
desierto "(versículos 11-12).

Estaban siendo sarcásticos, casi hasta el punto de blasfemia ¡Esto
ciertamente no era el grito de la fe!

¿Esta enfrentado su propia crisis en este momento? Usted puede preguntar,
"¿Qué se supone que tengo que hacer en una crisis como esta? ¿Qué sucede
cuando estoy abrumado por el miedo porque todo se viene abajo a mi alrededor?"

Así es cómo Dios respondió a Israel cuando se enfrentaban a la crisis: "no
temáis; estad firmes, y ved la salvación del Señor... El Señor peleará por
vosotros, y vosotros estaréis tranquilos" (versículos 13-14). El Señor les
dice: "La primera cuestión que debemos tratar es ¡el miedo! Voy a luchar por
ti y voy a salvarte y liberarte. ¡Deja que esa promesa sea tu fuerza y eche
fuera todo tu miedo!"
DAVID WILKERSON

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