miércoles, 11 de septiembre de 2013
CUANDO LLEGAN LOS DIAS MALOS
Mis días malos vienen a menudo cuando estoy a solas con el Señor,
escudriñando Su Palabra. Me siento agobiado por los sentimientos de ignorancia
cuando siento que existe un gran océano de verdad ante mí, pero me es
imposible comprenderlo todo porque ¡es tanto lo que hay!
Y mi frustración es aún mayor cuando leo los escritos de predicadores que
vivieron hace 300 años. Y termino exclamando: “¡Oh Señor, soy como un
niño en entendimiento comparado con estos gigantes espirituales! Ellos
vivieron en una era presuntamente sin instrucción y sin embargo, siendo aun
jóvenes, escribieron sobre materias que aún yo no puedo captar a los sesenta
años. ¿Por qué se me hace tan difícil captarlo?”
La única respuesta que recibo es la que escucho de las palabras de Pablo:
“no es por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:9). Todo el poder
reside en Dios, incluyendo el poder de comprender la verdad y mantener una vida
piadosa. Este gran tesoro esta en vasos de barro, de manera que toda la gloria
sea para Él.
Si tu día malo consiste en un ataque satánico contra tu fe, puedes ser
tentado a creer que no eres espiritual por ser objeto del ataque. Sin embargo,
no hay nada más lejos de la verdad.
Un joven piadoso me llamó llorando y me dijo: “Acabo de tener el peor día
de mi vida ¡y no sé qué hacer! Una sensación extraña vino sobre mi hoy
día y no la puedo quitar. Hermano David, ¡no sé si Dios existe!”
El joven no tenía idea de dónde venía esa sensación de duda y estaba en
estupefacto y herido por los terribles pensamientos que entraron a su mente.
Él confesó: “No siento la presencia de Dios. Y ahora no puedo dejar de
dudar de su existencia. ¿Qué voy a hacer? ¡Yo no quiero abrigar estos
terribles pensamientos!”
Le dije: “No tengas miedo ni te desalientes. Créeme, este es un viejo truco
del diablo y le gusta hacer esto con los nuevos creyentes que son preciosos
para el Señor. Él está tratando de atacar tu fe y confundirte”.
Hoy le pude decir a este joven lo mismo que le dije a mi hijo Gary cuando él
estaba pasando por días malos: “Solo resiste. Tu Padre celestial sabe
exactamente por lo que estas pasando y Él te sustentará a través de todo.
Recuerda que Él ha prometido que no te dejará. Sigue acudiendo a Él,
¡solamente por fe!”
DAVID WILKERSON
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