miércoles, 21 de noviembre de 2012

LA FIESTA DEL JUBILEO

La historia de la fiesta judía del Jubileo se encuentra en Levítico 25. Esta
celebración comienza con el mandamiento del Señor para que Israel le permita
descansar a las tierras de cultivo cada siete años. El séptimo año iba a ser
un año sabático en el que la tierra reposaría en barbecho. Durante ese año,
la gente no sembraría, cosecharía ni recolectaría frutos de ningún tipo: "
Durante seis años sembrarás tus campos, podarás tus viñas y cosecharás sus
productos; pero llegado el séptimo año la tierra gozará de un año de reposo
en honor al Señor. No sembrarás tus campos ni podarás tus viñas"(Levítico
25:3-4).

Dios estaba literalmente clausurando toda actividad agrícola por todo un año.
Eso significaba que Israel tendría que vivir durante ese período sin ningún
medio visible de apoyo; tendrían que poner sus vidas por completo en las manos
de Dios, confiando en Él para todo su provisión.

Por supuesto, eso requiere mucha fe, piense en esto: Durante un año no habría
cultivos para la alimentación, ninguna cosecha de granos para alimentar al
ganado, no habría trabajo para los agricultores ni para los encargados del
viñedo. Hoy la mayoría de cristianos entrarían en pánico después de sólo
una semana de esto, y ¡que tal un año! De hecho, los israelitas se
preguntaban: "¿Qué vamos a hacer para la comida durante el séptimo año,
¿Cómo vamos a alimentar a nuestras familias y nuestro ganado? Consumiremos
todo lo que tenemos en el sexto año, justo antes del año sabático. ¿Se
supone que debemos quedarnos de brazos cruzados mientras nuestros hijos pasan
hambre? ¿Dios realmente espera que nosotros veamos podrir las uvas en la vid?"

Sin embargo, Dios tenía un propósito claro al ordenar un año sabático para
la tierra. Se suponía que debía revelar su fidelidad a su pueblo. "Si acaso
se preguntan: “¿Qué comeremos en el séptimo año, si no plantamos ni
cosechamos nuestros productos?”, déjenme decirles que en el sexto año les
enviaré una bendición tan grande que la tierra producirá como para tres
años" (versículos 20-21).
¡Qué increíble promesa! Dios garantizaba a Israel una cosecha triple (ver
versículo 22) "Si solamente te paras en fe y confías en mí, yo te dará una
cosecha durante el sexto año que te proporcionará suficientes provisiones
para tres años"
Creo que el Señor está diciendo algo importante aquí. Y es que, no importa
cuáles sean nuestras circunstancias, Él siempre provee para aquellos que
confían y obedecen.
DAVID WILKERSON

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