miércoles, 12 de noviembre de 2008

SALMOS 126

Cántico de los peregrinos.

Cuando el Señor hizo volver a Sión a los cautivos,
nos parecía estar soñando.
Nuestra boca se llenó de risas;
nuestra lengua, de canciones jubilosas.
Hasta los otros pueblos decían:
«El Señor ha hecho grandes cosas por ellos.»
el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros,
y eso nos llena de alegría.

Ahora, Señor, haz volver a nuestros cautivos
como haces volver los arroyos del desierto.
El que con lágrimas siembra,
con regocijo cosecha.
El que llorando esparce la semilla,
cantando recoge sus gavillas.

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