David escribió: " En mi angustia invoqué al Señor; clamé a mi Dios, y él
me escuchó desde su templo; ¡mi clamor llegó a sus oídos! .... Extendiendo
su mano desde lo alto, tomó la mía y me sacó del mar profundo. Me libró
de mi enemigo poderoso, de aquellos que me odiaban y eran más fuertes que yo.
En el día de mi desgracia me salieron al encuentro, pero mi apoyo fue el
Señor. Me sacó a un amplio espacio; me libró porque se agradó de
mí."(Salmo 18:6, 16-19).
Amado santo, tenga por seguro que si está siendo afligido, es porque Dios se
deleita en usted. "El Señor al que ama, disciplina" (Hebreos 12:6). Sus
aflicciones son un signo de Su amor.
Usted también debe recordar que lo que está viviendo va a pasar.
Recientemente, leí un pasaje en uno de mis diarios, lo escribí al pasar por
una gran prueba, gasté tres meses de anotaciones que terminaban siempre con la
misma frase: "¡Oh, Dios, ¿cuándo terminará esta pesadilla?" Entonces,
finalmente, estas palabras aparecieron en una página en grandes letras: "¡SE
ACABÓ, ÉL HA LIBERADO!"
Honestamente puedo decir que he aprendido más en mis aflicciones que en los
buenos tiempos. La prosperidad no nos enseña, la aflicción si. El humanitario
Albert Schweitzer dijo: "La felicidad tiene buena salud y mala memoria". No, la
felicidad es recordar todos los caminos a través de los que Dios nos ha
traído.
Le pregunto de nuevo: ¿Cómo reacciona ante sus aflicciones? ¿Las está
desperdiciando convirtiéndose en un incrédulo quejumbroso? ¿O está
levantando su fe sabiendo que Dios libera?
Sólo hay una forma de soportar los problemas actuales: Recuerde que su Padre
celestial se deleita en Usted. Él tiene un plan en acción, una gran
inversión en Usted. "Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra
en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús" (Filipenses
1:6). Su Padre le está preparando para ser un veterano de la guerra
espiritual, un ejemplo de fe y confianza a esta generación.
DAVID WILKERSON
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