viernes, 28 de septiembre de 2012

LAS BUENAS NUEVAS DE JESÚS

“Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones
si acaso Juan sería el Cristo, respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la
verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy
digno de desatar la correa de su calzado; Él os bautizará en Espíritu Santo y
fuego” (Lucas 3:15-16)

Juan el Bautista estaba describiendo lo que iba a pasar cuando venga el
evangelio. El tenía una mayor revelación del evangelio que cualquiera de los
profetas del Antiguo Testamento y predijo que cuando este evangelio venga,
sería un evangelio del Espíritu Santo y fuego.

Y entonces vino Jesús con Su fuego y dijo, “El Espíritu del Señor está
sobre Mí, por cuanto me ha ungido para proclamar buenas nuevas.”

Ese es el evangelio! Jesús dijo, “Este evangelio es mío y quiero llevarlo a
aquellos que no lo tienen. Quiero llevarlo a los pobres.”

“Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a
sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y
vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año
agradable del Señor.” (Lucas 4:18-19)

El año agradable del Señor es el llamado Jubileo. Bajo la ley del Antiguo
Testamento, cada 70 años los esclavos eran puestos en libertad y todas las
deudas eran borradas. Era un año de perdón, un año de Jubileo. La gente
anhelaba que este año llegara y ahora Jesús estaba diciendo que el evangelio
había llegado y estaba proclamando el año agradable del Señor.

Sabes que es el evangelio? Es Jubileo!

Sabes que es el evangelio? Es poner en libertad a los cautivos!

Sabes que es el evangelio? Es proclamar que este es el año agradable del
Señor. Es proclamar las Buenas Nuevas de que Cristo ha venido. El Mesías esta
aquí y el mundo ha sido totalmente revolucionado.

De eso se trata el evangelio!
 
GARY WILKERSON

jueves, 27 de septiembre de 2012

¿POR QUÉ DIOS LO LIBERÓ EN EL PASADO?

David escribió: " En mi angustia invoqué al Señor; clamé a mi Dios, y él
me escuchó desde su templo; ¡mi clamor llegó a sus oídos! .... Extendiendo
su mano desde lo alto,     tomó la mía y me sacó del mar profundo. Me libró
de mi enemigo poderoso, de aquellos que me odiaban y eran más fuertes que yo.
En el día de mi desgracia me salieron al encuentro, pero mi apoyo fue el
Señor. Me sacó a un amplio espacio; me libró porque se agradó de
mí."(Salmo 18:6, 16-19).

Amado santo, tenga por seguro que si está siendo afligido, es porque Dios se
deleita en usted. "El Señor al que ama, disciplina" (Hebreos 12:6). Sus
aflicciones son un signo de Su amor.

Usted también debe recordar que lo que está viviendo va a pasar.
Recientemente, leí un pasaje en uno de mis diarios, lo escribí al pasar por
una gran prueba, gasté tres meses de anotaciones que terminaban siempre con la
misma frase: "¡Oh, Dios, ¿cuándo terminará esta pesadilla?" Entonces,
finalmente, estas palabras aparecieron en una página en grandes letras: "¡SE
ACABÓ, ÉL HA LIBERADO!"

Honestamente puedo decir que he aprendido más en mis aflicciones que en los
buenos tiempos. La prosperidad no nos enseña, la aflicción si. El humanitario
Albert Schweitzer dijo: "La felicidad tiene buena salud y mala memoria". No, la
felicidad es recordar todos los caminos a través de los que Dios nos ha
traído.

Le pregunto de nuevo: ¿Cómo reacciona ante sus aflicciones? ¿Las está
desperdiciando convirtiéndose en un incrédulo quejumbroso? ¿O está
levantando su fe sabiendo que Dios libera?

Sólo hay una forma de soportar los problemas actuales: Recuerde que su Padre
celestial se deleita en Usted. Él tiene un plan en acción, una gran
inversión en Usted. "Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra
en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús" (Filipenses
1:6). Su Padre le está preparando para ser un veterano de la guerra
espiritual, un ejemplo de fe y confianza a esta generación.


DAVID WILKERSON

miércoles, 26 de septiembre de 2012

DIOS ELIGIÓ SER UN PADRE PARA MÍ

"Yo he elegido quien quiero ser para ti, cómo quiero que tú me veas. Quiero
que me conozcas como tu amoroso Padre Celestial”. Yo no lo elegí a Él. Más
bien, éste es el rol que Él eligió ser para mí: un Padre.

¿Gobierna Dios el cielo y la tierra? ¿Es todopoderoso? ¿Es omnipotente?
¿Reina sobre las lluvias? La respuesta a todas estas preguntas, por supuesto,
es: sí. Pero en este último tiempo, Dios quiere que tengamos otra revelación
de Él. “Quiero ser un Padre para ti y quiero que tú seas un hijo o hija para
Mí”

Durante toda su vida Jesús caminó en la tierra sabiendo quien era el Padre,
conociendo Su voluntad, escuchando Su voz. Vivió cada hora bajo la luz de Su
amor, nunca en confusión o duda. Por lo tanto, pudo enfrentar todo lo que el
enemigo le arrojaba,  cualquier problema, cualquier dificultad, porque Él
sabía que Su Padre estaba con Él. Él decía, “Sé que tengo un Padre que
me envió. Me eligió y me designó. Y Él está siempre conmigo. ¡Nunca estoy
solo!”.

“Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y Yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me
enviaste”. (Juan 17:21)

Jesús estaba diciendo, “Tú dices que quieres conocerme, y eso es bueno y es
lo correcto, pero ahora quiero que conozcas a Mi Padre. Quiero que lo conozcas
como yo lo conocí y lo disfruté: ¡Como Padre!”

El Padre nos dice, “Yo quiero estar cerca de ti, ser tu protector, alejar
todos los ataques demoníacos, suplir cada necesidad, ayudarte en todas tus
pruebas. ¡Déjame ser tu Padre!”

Piensa en esto: Él te eligió entre cientos de millones de personas sobre la
faz de la tierra. Más aun, Él no solo te eligió, sino que te adoptó como Su
hijo. Su Espíritu hace que clames: “¡Abba! Tú eres mi Padre. Tú no sólo
eres el Padre de Abraham, Pedro o Pablo, sino mío, y me has hecho coheredero
con Jesús, un hermano. ¡Tú eres verdaderamente mío!”
DAVID WILKERSON 

martes, 25 de septiembre de 2012

REDIMIDOS POR LA SANGRE DE JESÚS

"Aun no lo he alcanzado - mi carne aún se resiste al Espíritu - pero soy
redimido por la sangre de mi Salvador y yo voy a cantar y gritar alabanzas a mi
Dios."

¿Suena esto como lo que usted ora cada mañana? Probablemente no. Lo más
probable es que usted comience el día tratando de encontrar la manera de
seguir luchando y, haciendo de tripas corazón, promete a Dios que nunca
volverá a sus viejas costumbres.

Cuando gana una victoria ocasional, se siente bien al respecto y  se dice:
"¡Lo hice! sabía que si simplemente ponía mi corazón y mi mente en ello
podría conseguir la victoria". La tendencia es sentirse orgulloso de lo que ha
hecho e ir por ahí juzgando a los demás que no son victoriosos en ello.

Cuando era más joven, cada vez que necesitaba una victoria sobre algo, podría
haber ocurrir algo como esto: decirme a mí mismo: "Yo voy a hacer esto aunque
me mate", al  mes yo pensaba: "Esos pensamientos codiciosos se han ido, ¡ahora
soy libre!"; pero siempre demostraba ser una victoria parcial, entonces venía
el desánimo y  yo gritaba: "¡Oh, Dios, he rogado que me libres, pero no es
así. Esta cosa está aún en mí!" Y entonces, culpaba a Dios.

El hecho era que yo estaba tan ocupado luchando en mi carne, para ser justo que
perdía mi comprensión de la verdadera justicia - la única justicia que el
Padre acepta - sólo Jesucristo es justo delante de Dios y cuando estemos ante
el Padre, Él nos acepta sólo a través de Cristo, a través de su justicia y
su victoria.

"¿Qué debo hacer?" Puede Usted preguntar. Bueno, en primer lugar, no hagas
caso a las mentiras del diablo. En segundo lugar, levantase sobre sus pies
espirituales y empiece a dar alabanza al Señor. Declare valientemente: "¡Por
mi fe en la sangre de Jesús, recibo la justicia de Cristo. Él me ha hecho
apto y calificado para adorar y servir a mi Señor!"

"En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados"
(Colosenses 1:14). La redención significa simplemente "poner en libertad".
Hemos sido puestos en libertad por la preciosa sangre de Jesús. Tenemos el
derecho de mantenernos firmes en pie contra toda acusación y decir: "Yo no voy
a comprar eso, diablo. Me has acusado por última vez. Mi Biblia dice que soy
redimido, porque creo en lo que Jesús hizo por mí en la cruz,  confieso a
Jesús mis pecados y soy redimido, ¡soy libre!".
 DAVID WILKERSON

jueves, 20 de septiembre de 2012

MI PASO POR LA CRUZ

En mi mente mis pensamientos corren de prisa,en mi interior,ansiedades,
opresiones, angustias ,me paro frente a la cruz,miro a Jesús,coronado de
 espinas, su rostro ensangrentado,sus manos, sus pies clavados. Nuestras
 miradas se encuentran , sus ojo me dicen: deja todo a mis pies yo me
 encargo, mi ser se inunda de paz

LA PACIENCIA DE DIOS

Cuando Jesús dice en Apocalipsis 3:15, "Ojalá fueras frío o caliente", Él
está diciendo que Él no quiere que seamos tibios. Algunas traducciones dicen:
"Yo preferiría que fueras caliente o frío, pero no tibio." Esa pequeña
expresión: "Yo preferiría" hace la diferencia entre alguien que está en
contra de usted y alguien que está por usted.

Si alguien va a decir "yo prefiero" acerca de cosas en mi vida, quiero que sea
Jesús. Cuando Él dice: "Prefiero que estés en el fuego de Dios", puede estar
seguro de que Él está lanzando una campaña sin cuartel, sacando todos los
recursos disponibles de los cielos para usted para darle vuelta a su tibieza y
convertirla en fuego, ¡para traerle de vuelta!

Vemos a Jesús decir en el versículo 16: "Porque eres tibio, y no frío ni
caliente, lo haré…" Me encanta el hecho de que Jesús dijo: "yo lo haré. .
.", porque Él pudo haber dicho "yo tengo que hacerlo".

Es una buena noticia para los tibios que Él está buscando formas para
traerlos de vuelta al fuego de Dios. Es una buena noticia, porque a pesar de
que Él desprecia ese sabor en su boca, su amor es grande. El amor que apaga la
ira del Cordero de Dios ha sido tan derramado sobre nosotros que, aun cuando
estamos lejos de lo que Él desea que seamos, no nos ha escupido.

Los padres de la iglesia primitiva llamaron a esto la paciencia de Dios. ¿Qué
es la tolerancia? Es la paciencia de Dios para con nosotros, incluso en nuestra
tibieza. Él no ama su tibieza, pero Él le ama a Usted. Su gracia, sus planes,
su poder todos están disponibles ahora mismo para recuperar su corazón según
Usted responda en obediencia a Jesucristo.

Jesús también dijo a los tibios, " ¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo…si
abres la puerta, yo entraré…"(Apocalipsis 3:20).

  Gary Wilkerson

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Nuestro encuentro de Amor.

Jesús he experimentado tu presencia en mi corazón,una explosión de amor.No hay palabras para describir lo que es este encuentro Es como que el corazón se derrite .
Eres amoroso, solo tu eres digno y maravilloso para mi.
El también lo puede hacer en el tuyo. Si le pedís que entre a tu corazón

martes, 18 de septiembre de 2012

PRONTA AYUDA EN MEDIO DE LA NECESIDAD

Muchos queridos cristianos me cuentan historias sobre increíbles dificultades
- problemas que se apilan, desilusiones que continúan abatiéndolos. Desde el
punto de vista humano, dichas dificultades parecen imposibles de resolver y mi
corazón se duele con el de todos los creyentes que están experimentando
fuertes pruebas.

Cada cristiano debiera estar convencido que él o ella es preciada, amada - que
Dios está cerca. De hecho, entre más cerca venga el enemigo, más fielmente
Dios revelará Su cercanía y más fuertemente Él  agarrará la mano de su
preciado hijo.

“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones.” (Salmo 46:1). Aquí la raíz de la palabra tribulación  es
“lugar ajustado. ¿Está usted en un lugar ajustado? Lea las promesas de Dios
para sacarlo de ese lugar:

  * “Jehová te escuche en el día de conflicto; el nombre del Dios de Jacob
te defienda. Te envíe ayuda desde el santuario y desde Sión te sostenga.”
(Salmo 20:1-2).
  * “Me gozaré y alegraré en tu misericordia, porque has visto mi
aflicción, has conocido las angustias de mi alma. No me entregaste en manos
del enemigo; pusiste mis pies en lugar espacioso. Ten misericordia de mí,
Jehová, porque estoy en angustia; se han consumido de tristeza mis ojos,
también mi alma y mi cuerpo. (Salmo 31:7-9).
  * ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que
has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! En
lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; los
pondrás en tu Tabernáculo a cubierto de lenguas contenciosas.(Salmo
31:19-20).
  * “Bendito sea Jehová, porque ha hecho maravillosa su misericordia para
conmigo en ciudad fortificada. Decía yo en mi apuro: «Excluido soy de delante
de tus ojos»; pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clamé. Amad a
Jehová, todos vosotros sus santos; a los fieles guarda Jehová y retribuye con
creces al que procede con soberbia. Esforzaos todos vosotros, los que esperáis
en Jehová, y tome aliento vuestro corazón.” (Salmo 31:21-24).
DAVID WILKERSON

viernes, 14 de septiembre de 2012

NINGUNA CONFIANZA EN LA CARNE

Al igual que Pablo, yo no le tengo ninguna confianza en la carne. Algunas de
las personas de Dios que yo he conocido le han fallado a Dios miserablemente
por depositar su confianza en la carne. Esto me hace pensar en la terrible
tentación y  en el fracaso de David, un hombre acorde al corazón de Dios.

David fue grandemente tentado, cayó en adulterio, mintió y asesinó a un
hombre inocente. Estoy seguro que cuando el profeta Natán lo expuso, Satanás
estaba convencido que David sería abandonado. Él pensó que este hombre
diría: “¿Ahora para qué soy útil? ¡He avergonzado a Dios! He pecado en
contra  de la luz y he cometido los mismos pecados de los que he predicado
estar en contra. Dios nunca más me usará. Mi corazón es demasiado oscuro. He
sido dominado por el pecado.”

¡Qué equivocado Satanás estaba! Escuche el clamor de David al arrepentirse:
“Me castigó gravemente Jah, pero no me entregó a la muerte.(Salmo 118:18).
David dijo, “Yo fui tentado y puesto a prueba pero Dios no me dejó bajo el
dominio del poder de Satanás.”

Amado, si el diablo viene a usted con sus poderosas tentaciones, esto no
siempre sucede porque su corazón es malvado. Él puede atacarlo a usted porque
ha regresado al camino del Señor. Él está trayendo feroces pruebas de lujuria
y tentaciones en contra suya para destruir su fe.

“Amados, no os sorprendáis del fuego de la prueba que os ha sobrevenido,
como si alguna cosa extraña os aconteciera.” (1 Pedro 4:12).

“No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios,
que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará
también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla.” (1
Corintios 10:13).

No hay nada extraño en lo que usted se encuentra viviendo. Usted puede
sentirse desanimado porque su enemigo ha venido en contra suya como un diluvio.
El ataque puede ser a través de tentación, lujuria, problemas maritales,
crisis financieras. Usted podrá decirse a sí mismo, “ Estoy tratando de
servirle al Señor, haciendo lo mejor para amarle y serle fiel. Pero las cosas
solamente están empeorando. ¿ Hay algo malo en mí? ¿Por qué no puedo salir
de este hoyo? ¿Por qué mis problemas siguen amontonándose?”

Le exhorto a que mire a su derecha, a su izquierda, hacia al frente y detrás
de usted. Todos están pasando por algo. Detrás de las sonrisas de sus amados
hermanos y hermanas en Cristo hay muchas lágrimas. Ellos están sufriendo por
pruebas de las cuales usted no tiene conocimiento.

No, usted no está sólo en su sufrimiento y su prueba no es ajena o una
circunstancia inusual. Lo que usted está viviendo le es común a multitudes.

DAVID WILKERSON

jueves, 13 de septiembre de 2012

UN ACTO DE AMOR

Dios no esperó hasta que yo me convirtiera en “alguien lo suficientemente
bueno" para ser Su hijo. Tampoco esperó hasta que entendiera toda la doctrina.
No, Él dijo: “Incluso cuando estabas perdido en pecado, vine a ti para que
seas reconciliado. Te amé cuando estabas complaciéndote en inmundicia. Te
llamé, te escogí y te adopté por esta única razón: Te amo.”

A veces me pregunto cómo Dios pudo habernos mirado desde lo alto  y habernos
amado, si somos tan incapaces de inspirar amor, a veces tan malos, tan
indignos. Pero en Su misericordia Él nos dice a cada uno de nosotros: “Te
quiero y te escojo, porque ¡Quiero ser un Padre para ti!”

"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios"
(1ra Juan 3:1).

"En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que
él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros
pecados. " (1ra Juan 4:10).

Él me escogió, no porque yo lo amé primero, sino porque Él me amó primero.
Me adoptó como Su hijo solamente porque me amó.
Todas estas cosas me llevan a una maravillosa conclusión: No es obligación
que lo entienda completamente todo. No tengo que entender las profundas
doctrinas de la justificación, santificación, mortificación y
glorificación. Todo lo que tengo que saber es que Él me escogió para ser Su
hijo, lo cual significa que soy amado por Dios el Padre.

No importa lo que el infierno trate de arrojarme, nada puede moverme de este
maravilloso conocimiento: Soy amado y puedo descansar en ese amor. El que me
escogió y me ama me guardará, me sostendrá y nunca me abandonara. Él nunca
soltará mi mano, porque Él es Abba Padre ¡Y es mío!

Amado, Yo soy un padre terrenal y no existe alguna razón en el cielo ni en la
tierra por la cual alguna vez abandone o deje a uno de mis hijos. Te pregunto:
¿Cuanto más tu Padre Celestial va a estar contigo a través de todo lo que
tengas que soportar en esta vida?

DAVID WILKERSON

martes, 11 de septiembre de 2012

JESÚS VINO PARA REVELARNOS AL PADRE CELESTIAL

Jesús vino a la tierra como un hombre para redimir a la humanidad del pecado y
de todo tipo de esclavitud y condenación; este hecho se ha establecido en las
mentes y los corazones de la mayoría de los cristianos, pero Cristo vino al
mundo para revelarnos el Padre celestial.

Jesús dijo a sus discípulos: "El Padre me ha enviado" (Juan 5:36). Él dijo:
"Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta... Yo no busco mi voluntad, sino
la voluntad del Padre que me envió" (versículo 30). Y finalmente dijo, "yo
voy al Padre" (14:12).

Escuche atentamente lo que Jesús está diciendo: "Salí del Padre y mientras
estoy aquí solo hago su voluntad. Pronto volveré a mi Padre."

Jesús dijo que su vida entera se trataba acerca del Padre celestial: su venida
a la tierra, su propósito al estar aquí y su regreso: todo para revelar al
Padre.

"No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre… El
Padre... le muestra todas las cosas que Él hace" (Juan 5:19-20).

Jesús dijo que Él no tenía voluntad propia, que no hizo nada en la tierra,
excepto la voluntad de su Padre. En efecto, Cristo les dijo a los fariseos:
"Miren mi vida, mi ministerio, todos los milagros y las buenas obras que yo
hago, y verán al Padre celestial. Todo lo que hago es un reflejo de quién es
Él y todo ha tenido la intención de revelarles al Padre."

"Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce al Hijo sino el Padre,
y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo"
(Mateo 11:27).

Jesús está diciendo aquí, "Es imposible que usted sepa quién es el Padre a
menos que yo lo quiera revelar a usted. Usted no puede conseguir la revelación
por su cuenta con sólo leer la Biblia o ir a la iglesia. Yo debo revelarles al
Padre."

"Nadie viene al Padre sino por mí" (Juan 14:6).
 DAVID WILKERSON

lunes, 10 de septiembre de 2012

¿QUIÉN TE DIJO QUE ERES INDIGNO?

¿Quién te dijo que eres indigno, no bueno o inútil para Dios? ¿Quién
mantiene recordándole que usted es débil, indefenso o un fracaso total y que
nunca esta a la altura del estándar de Dios?

Todos sabemos que esa voz proviene del mismísimo diablo, él es el que le
mantiene convencido de que Dios está enojado con usted. Usted oye sus mentiras
todo el día y están vienen directamente de la boca del infierno.

¿Quién dice que los miembros del coro que no son dignos de cantar alabanzas
en la casa de Dios? ¿Quién dice a los músicos que no son dignos de tocar
instrumentos de adoración? ¿Quién le dice a los ancianos de la Iglesia, a
los ujieres, los maestros de escuela dominical, los voluntarios, las personas
en el ministerio y a la gente en sus sillas que son indignos? ¿Quién les
recuerda a todos ellos sus pecados y fracasos y los acusa de tener las manos
sucias y un corazón impuro? ¿Quién les dice que no tienen derecho de tocar
las cosas santas de Dios?

La acosadora voz del diablo - el acusador de los hermanos - le dice: "Dios no
puede usarte hasta que te sientes y soluciones estas cosas, ni siquiera puedes
entrar en su casa hasta que te hagas digno."

El diablo ha convencido a muchos de los que leen este mensaje que son indignos
de ser usados por Dios. Tal vez usted se siente indigno de ser llamado hijo de
Dios. Cuando usted mira su vida espiritual todo lo que ve es inconsistencia. Y
el enemigo sigue mintiendo, constantemente recordándole sus fracasos, siempre
acosando su espíritu.

  Permítanse detenerme aquí y confesar algo: nunca, ni una vez en todos mis
años de ministerio, me he sentido digno de mi alto llamado como predicador. A
lo largo de mi servicio al Señor, he sido bombardeado por las acusaciones de
que soy indigno de hablar en nombre de Dios, indigno de predicar,  de enseñar
a los demás, de ser un líder.

Yo no soy digno de escribir este mensaje y usted no es digno de levantar las
manos en alabanza a Dios. Nadie es digno - no en nuestra propia fuerza y el
poder humano- pero Jesús nos ha dicho: "Yo te he hecho digno".

"Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos
serán constituidos justos" (Romanos 5:19)

DAVID WILKERSON

jueves, 6 de septiembre de 2012

¡EN LA CÁRCEL POR JESÚS!

"Pero quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que han sucedido, han
redundado más bien para el progreso del evangelio" (Filipenses 1:12). Cuando
Pablo escribió esto, él era un hombre mayor con años de experiencia. En
medio de una de las peores pruebas de su vida, estaba hablando con sus amigos
desde su corazón.

En el tiempo que Usted ha caminado con Jesús seguramente ha conocido dolor,
sufrimientos y aflicciones. Así que, ¿cómo se ha comportado Usted? ¿Cuál
ha sido el balance y el resultado de sus experiencias? ¿Han sido sus
aflicciones en vano? O ¿ha aprendido del amor de Dios y Su fidelidad en medio
de ellas?

Digamos que Usted es un creyente dedicado, que ha entregado su vida por Jesús,
tiene carga por el mundo que muere, llora por los perdidos y tiene clara la
orden de ganar almas. Así que Usted les dice a todos sus amigos que se va a
cierta ciudad para testificar de la gracia de Dios.

Sin embargo, después de su llegada, sus amigos en casa reciben la noticia de
que Usted no esta siendo usado por Dios en absoluto. Nada ha salido como estaba
previsto, de hecho, su ministerio está muerto. No tiene nada que mostrar por
sus esfuerzos y en lugar de agitar la ciudad para Cristo, Usted ha aterrizado
en la cárcel.

¿Cómo reaccionaría Usted si todo lo que tiene para mostrar por su
dedicación, labor y sacrificio es un fracaso total?

Algunos cristianos pondrían mala cara. Ellos dudarían de la palabra de Dios
para ellos y cuestionarían la guía del Espíritu. Sin embargo, otros
cristianos responderían como lo hizo Pablo, gozosos de haber sido considerados
dignos de sufrir por amor a Cristo. Pablo no trató de entender sus aflicciones.
Él respondió con alegría, fe y esperanza, porque sabía que estaba siendo
entrenado como testigo de Dios El escribió a sus amigos desde la cárcel: "Mi
situación es el tema de conversación en el palacio del César. De hecho, todo
el mundo en Roma está hablando de lo que me está pasando. ¡Estoy en la
cárcel por Jesús!". Debe haber sido todo un espectáculo la celda de Pablo en
aquella prisión, un judío escuálido animando a todos a su alrededor:
"¡Regocíjate  en tus aflicciones. Dios es fiel!"

Pablo no desperdició ninguna de sus aflicciones, porque sabía que cada una de
ellas tenía un propósito divino. Del mismo modo, el Señor nos está
observando para ver cómo nos comportamos en nuestras pruebas.
DAVID WILKERSON

miércoles, 5 de septiembre de 2012

NO DESPERDICIE SUS AFLICCIONES

El libro de Números contiene un triste ejemplo de aflicciones desperdiciadas.
Las cinco hijas de un hombre llamado Zelofead vinieron a Moisés pidiendo
participación en la posesión de la tierra prometida. Ellas dijeron a Moisés:
"Nuestro padre murió en el desierto, y él no se encontraba en compañía de
los que se juntaron contra Jehová en el grupo de Coré, pero murió en su
propio pecado, y no tenía hijos" (Números 27:3). Estas mujeres decían:
"Cuando todos los demás se levantaron en contra de usted con Coré, nuestro
padre no era uno de ellos. Él no estaba en rebelión. Murió en su propio
pecado."

Esta última frase me llamó la atención cuando la leí: "Murió en su propio
pecado." Esto significa que aunque su padre había visto increíbles milagros,
la liberación de Egipto, el agua que fluye de la roca, el maná que viene del
cielo, murió en la incredulidad con el resto de su generación. De esa
generación, sólo los fieles Josué y Caleb sobrevivieron al desierto.

Obviamente, estas cinco hijas nacieron en el desierto y se criaron en una
familia llena de ira hacia Dios. Todo el trato de Israel y las pruebas
producidas sólo endurecieron la incredulidad de su padre y estas jóvenes
crecieron oyendo murmuración, quejas y amargura. En el desayuno, el almuerzo y
la cena un refunfuño constante, sin una palabra de fe o confianza en Dios.
Ahora, estas mujeres tuvieron que decirle a Moisés: "Nuestro padre nos dejó
sin nada, ninguna esperanza, ninguna posesión, ningún testimonio. Él pasó
esos cuarenta años lloriqueando y en amargura porque la vida era difícil. Él
murió en pecado, su vida fue una perdida total".

Qué horrible tener que decir esto de los propios padres. Sin embargo, debo
advertir a todos los padres que leen esto: Sus hijos observan cómo es usted
bajo la aflicción, y  sus reacciones y comportamiento van a influirles toda la
vida. Entonces, ¿cómo es su comportamiento? ¿Está desperdiciando su
aflicción, no sólo para usted sino para las generaciones venideras? Espero
que sus herederos estén siendo establecidos en Cristo mientras le escuchan
decir: "No me gusta esta aflicción, pero bendito sea el nombre del Señor."

Conozco a muchos cristianos que se hacen más amargos y gruñones con cada
nueva aflicción. Las mismas aflicciones destinadas a entrenarlos para hacerlos
mas dulces y las pruebas diseñadas por Dios para revelar Su fidelidad, los
convirtieron en cambio, en quejumbrosos habituales, amargados y tacaños. Al
pensar en ellos me pregunto, "¿Dónde está su fe? ¿Dónde  esta su confianza
en el Señor? ¿Qué deben pensar sus hijos?"

Amado, no pierda sus aflicciones, que produzcan en usted el dulce aroma de la
confianza y la fe en el Señor.
DAVID WILKERSON

martes, 4 de septiembre de 2012

DIOS AUN ES FIEL

Cuando Samuel ungió a David para ser el rey de Israel, a este hombre joven le
fue dado un nuevo corazón: “Samuel tomó el cuerno del aceite y lo ungió en
medio de sus hermanos. A partir de aquel día vino sobre David el espíritu de
Jehová.” (1 Samuel 16:13).

David llegó a ser un hombre de Dios, sabio, amado y lleno de temor por Dios:
“David se conducía prudentemente en todos sus asuntos y Jehová estaba con
él.” (18:14).

David fue un hombre de mucha oración. Él alababa al Señor como pocas
personas lo habían hecho, bendijo el corazón de Dios con sus alabanzas y
salmos. Nadie pudo haber tenido tanta intimidad con Dios como David.

David también fue un hombre de gran fe. Él se condujo a pelear contra Goliat
y llegó a ser un gran guerrero para Saúl. Mujeres cantaban de sus victorias
en el campo de batalla. Claramente el Espíritu de Dios estaba sobre este
hombre y obviamente el Señor tenía un plan para su vida.

Pero entonces Saúl vino hacia David con ira y este tuvo que huir. Él tomó a
400 de sus hombres y huyó a la tierra del gigante Goliat, a quien había
derrotado. Tome en cuenta este acto de infidelidad. David no le preguntó al
Señor acerca de esta decisión. Por el contrario, en busca de refugio él
había decidido poner su vida en las manos del rey de Gat. Pero en Gat, se
levantaron susurros de hostilidad, “¿no es éste de quien cantaban en las
danzas, diciendo: ‘Hirió Saúl a sus miles, y David a sus diez miles?’”
(Ver 1 Samuel 21:11.)

David fue llevado al rey. Él  sabía que estaba atrapado en problemas así que
pretendió estar enojado, se fingió loco, arañaba las puertas y dejaba que la
saliva le corriera por la barba. Él  esperaba que  su “locura” lo librara
del rey Aquis.

Qué testimonio tan pobre fue este delante de todos sus hombres. Aquis miró a
David y le dijo, “Este hombre está demente. ¡Sáquenlo de aquí!”

David fue infiel en ese momento pero Dios aún se mantuvo fiel. Él no
abandonó a David. Mientras David actuaba tontamente, el propósito eterno de
Dios para él continuó. El reino de Saúl se debilitaba día con día y Dios
hizo todo para asegurar la bendición que tenía para David.


DAVID WILKERSON