¿De dónde, pues, viene la sabiduría?
¿Dónde habita la inteligencia?
Se esconde de los ojos de toda criatura;
¡hasta de las aves del cielo se oculta!
La destrucción y la muerte afirman:
«Algo acerca de su fama llegó a nuestros oídos.»
Sólo Dios sabe llegar hasta ella;
sólo él sabe dónde habita.
Él puede ver los confines de la tierra;
él ve todo lo que hay bajo los cielos.
Cuando él establecía la fuerza del viento
y determinaba el volumen de las aguas,
cuando dictaba el decreto para las lluvias
y la ruta de las tormentas,
miró entonces a la sabiduría y ponderó su valor;
la puso a prueba y la confirmó.
Y dijo a los mortales:
«Temer al Señor: ¡eso es sabiduría!
Apartarse del mal: ¡eso es discernimiento!»
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