jueves, 7 de agosto de 2014
DIOS QUIERE QUE NUESTRA VIDA SEA COMO UN LIBRO ABIERTO
Dios desea que nuestra vida sea como un libro abierto. Por lo tanto, Él anhela
que quitemos de nuestra vida todo pecado oculto, toda deshonestidad, engaños,
mentiras, fraude. Por eso es que el Espíritu Santo busca cada cosa en nosotros
que no es semejante a Cristo, y si de verdad queremos cambiar, estaremos
dispuestos a que Él trate con nosotros.
Hasta que experimentes el cambio de Dios en cada una de estas áreas, te puedes
olvidar de recibir consejería, consultar programas de auto-ayuda, o de
restaurar relaciones. Pon todo a un lado por el momento, hasta que estés listo
a renunciar a todo tu pecado oculto. Cuando te hayas sometido a la palabra de
Dios y al poder transformador de su Espíritu, no será necesario que convenzas
a otros de que has cambiado. Según caminas en su verdad, el Espíritu Santo te
recomendará a las conciencias de los que están a tu alrededor.
“Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni
adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad
recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.”(2 Corintios 4:2)
La palabra griega para recomendar aquí significa “aprobación de Dios”.
Pablo dice: No tendrás que impresionar a nadie diciéndole que has cambiado.
Dios se moverá en sus conciencias, diciéndoles en su interior: “Esta
persona tiene mi bendición y mi aprobación.”
Ningún argumento podrá refutar la evidencia interna que el Espíritu de Dios
ha puesto en ti. De hecho, tu cambio atraerá a otros o será como una
reprensión para ellos. El aura de Cristo que emana de ti será como un golpe a
sus propias conciencias. Y será entonces cuando encontrarás el poder para
influenciar a otros a través de los cambios que están ocurriendo en ti.
Encontrarás que se restaurarán relaciones y podrás recuperar tu autoridad
espiritual en tu hogar.
Ya no seguirás pensando en los cambios que tienen que ocurrir en otros. Más
bien, te animarás tanto con los cambios que Dios está obrando en ti, que
concluirás: “Señor, sé que todo está en Tus manos y me entrego a tu
voluntad. Haz en mí lo que tengas que hacer.”
Ahora es el momento para dejar todas tus circunstancias en Sus manos. Olvídate
de tratar de salir de tu crisis. Más bien, enfócate en el Señor que te está
cambiando y haciendo de ti un vencedor. Permanece en Su palabra. Clama a su
nombre diligentemente y confía en el Espíritu Santo. Haz que este sea el
clamor constante de tu corazón: “Cámbiame, oh Señor.”
DAVID WILKERSON
miércoles, 6 de agosto de 2014
TU PASADO NO TIENE FUTURO
La grandeza de Dios no tiene término, es infinita, inmensurable e ilimitada.
Cada amanecer irrumpe con Sus promesas, Su poder y Su perdón. Cada nueva
mañana anuncia la belleza de potenciales y nuevos comienzos, llenos de
palabras de vida y resurrección y de frases como: “comencemos de nuevo
juntos”, llamándonos a permitirle que escriba Su visión y plan de esperanza
en las tablas de nuestros corazones.
Nuestro Dios de misericordia nos dice: “Te voy a sacar de la arena movediza
del fatalismo y resignación en la que te estás hundiendo peligrosamente. Te
daré una nueva perspectiva y confianza que vas a experimentar, vivir y
comunicar. De la abundancia de tu corazón resucitado, tu boca comenzará a
hablar de nuevo (Ver Lucas 6:45). Te daré una visión que vas a compartir con
sencillez y alegría, y que va a cambiar a la gente que te rodea. Quiero
escribir Mi plan en tu corazón: un destino para tu futuro, tus hijos, tu
matrimonio, tus estudios o tu carrera, y el florecer sobrenatural de tu cosecha
personal en Mí.”
Dios dice aun mas: “Tengo una visión, de respirar en ti conocimiento y
comprensión de las muchas buenas obras que he preparado para ti en cada área
de tu vida. Habrá guerras y batallas, tanto con retrasos como con montañas
que parecen insuperables, ¡Pero mis hijos y mis hijas vivirán por la fe! Si
la promesa se retrasa, confía en fe por esa promesa durante tu temporada
de espera. ¡Mi pueblo vivirá por fe!”
¡tu pasado no tiene futuro! “Note aferres al pasado, no te permitas quedar paralizado
hoy por lo que pasó ayer. He aquí que yo hago algo nuevo.
Es para ahora, para hoy, dice el Señor.
Estás dispuesto a recibirlo y a creerme por su cumplimiento?” (Ver Isaías
43:18-19)
Claude Houde
martes, 5 de agosto de 2014
UN PEQUEÑO TERRENO
Santiago nos dice: “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro
corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría
no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque
donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa”
(Santiago 3:14-16).
Nota a quién Santiago se dirige aquí. En el versículo 13 dice: “¿Quién
es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en
sabia mansedumbre”. Él nos está diciendo: “Puedes tener gran sabiduría y
conocimiento espiritual. Pero si hay amargura en tu hogar, contienda en tu
corazón, envidia en tu trabajo, no pienses que eres espiritual de ninguna
manera. Estás bajo un fuerte engaño”.
Cuando Santiago habla de contienda y amargura, él se refiere a disputas y
críticas. Y él dice que todo esto es diabólico, sensual, que son obras de
maldad. En resumen, cualquiera que guarda amargura causa disputas, y peor aún,
abre su corazón a la posesión satánica.
¿Conoces personas a quienes la amargura las ha llevado a la posesión
satánica? Con el tiempo, su ser exterior comienza a manifestar las tinieblas
que tienen dentro. Con el tiempo su cuerpo comienza a decaer, enfermándose,
marchitándose y sufren desbalances mentales. Cuando se le entrega dicho
terreno al diablo, éste obra para la destrucción absoluta.
Así que, sigue adelante, retén tu rencor. Quédate con tu amargura. Continúa
buscando disputas. Si lo haces, estarás en total rebelión contra Dios y Su
Palabra y te abrirás a Satanás. Te volverás ciego espiritualmente y
endurecido de corazón.
Por el otro lado, si eres espiritual y obedeces voluntariamente la Palabra de
Dios, entonces no importa cuán herido estés, mostrarás la sabiduría
apacible de la gentileza al perdonar.
En un viaje a Jerusalén, observé un poderoso ejemplo de cómo Satanás puede
tomar una posición hasta en el terreno más pequeño. Mientras miraba la
Ciudad Santa desde el Monte de los Olivos, vi la tierra donde se asienta el
Domo musulmán de la Roca.
Ese pequeño pedazo de terreno es quizás una fracción de un acre. Sin
embargo, de alguna manera Satanás puso sus manos sobre él y construyó un
templo para sí mismo y ahora se ha convertido en la abominación de la
desolación, como se menciona en las Escrituras. El diablo ha logrado enfocar
sus poderes en el centro mismo del pueblo una vez escogido por Dios, Israel. Y
todo sucedió porque él obtuvo sólo un pequeño terreno. Este es un retrato
vivo de lo que Satanás hace cuando toma ventaja del más pequeño pedazo de
terreno.
DAVID WILKERSON
lunes, 4 de agosto de 2014
CUANDO OIGAS EL RUGIDO DEL LEÓN
Cuando yo era un joven predicador, no pensaba mucho en la guerra espiritual.
Pensaba que cualquiera que caminaba en victoria no debía tener problema alguno
con el diablo. Para mí, era sólo un asunto de resistir al diablo. Pero pronto
encontré a un león rugiente lanzándose sobre mis debilidades con todas sus
fuerzas y me sentí indefenso para hacerle batalla.
Muy a menudo veo al diablo haciendo lo mismo con otros cristianos sinceros.
Conozco a multitudes de siervos piadosos, personas puras de corazón, que
caminan en la gracia, que repentinamente son abrumados por una inundación
demoniaca de confusión y desesperación.
Tales cristianos pueden estar trabajando diligentemente para el Señor por
años. De pronto, un día, Satanás inyecta su mente con pensamientos
acusadores. Y de la noche a la mañana son vencidos por problemas horribles,
tentaciones inesperadas, codicia y depresión. Sus pruebas son tan profundas,
extrañas y misteriosas, que estos santos no tienen idea de dónde vinieron.
Creo que existe una sola explicación: Sus problemas son ataques demoniacos.
Vez tras vez he visto esto suceder a cristianos que están creciendo
apresuradamente. En el punto más alto de su crecimiento espiritual, Satanás
pone una vieja seducción en su camino. Puede ser una lujuria antigua, algo que
pensaron que habían vencido años atrás. Pero ahora, después de años de
vivir en victoria, están caminando sobre una cuerda floja, tambaleándose a
punto de caer en una situación que los podría llevar a una terrible atadura.
He experimentado ese río. Y multitudes de creyentes están siendo arrastrados
ahora mismo por él. Son inundados con persecuciones, ataques físicos, acosos
mentales, tentaciones feroces del infierno, amigos volviéndose contra ellos
como enemigos. Satanás ha planeado un ataque total, de último día y a toda
fuerza para revolcarnos en total desesperación.
¿Cómo resistimos el poder de Satanás? Juan nos ofrece la respuesta en
Apocalipsis 12: “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y
de la palabra del testimonio de ellos” (versículo 11). Cuando escuches el
rugido del león, cuando la inundación te azote y estés abrumado,
sencillamente corre al Lugar Santísimo. Por fe, entra a la misma presencia
de Dios en Su trono porque el Cordero ha creado un camino para ti, a través
de su sangre.
“Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por
la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través
del velo, esto es, de su carne” (Hebreos 10:19-20).
DAVID WILKERSON
viernes, 1 de agosto de 2014
UN INGREDIENTE NECESARIO
Considera todo lo que Jesús tuvo que soportar; el desprecio, los golpes, las
burlas, el rechazo de aquellos con los que Él había caminado e incluso
alimentado en el desierto. Piensa en la cruz; la violencia y la furia de la
oposición que Satanás envió en sus intentos de destruir la obra de Dios.
Poco sabía el enemigo que en realidad estaba suministrando el ingrediente
necesario para asegurar el éxito.
Según las Escrituras, “sin derramamiento de sangre no se hace remisión [de
pecado]” (Hebreos 9:22). Quienes se oponen a la obra de Dios son el pan para
nosotros. Tiene que haber violencia, tiene que haber una cruz, tiene que haber
una muerte. Leemos en 1 Corintios 2:8 que si los príncipes de este siglo
hubieran sabido lo que estaban haciendo, ¡Nunca habrían crucificado al Señor
de la gloria!
Recordemos el momento en que Pedro y Juan se acercaron al templo llamado La
Hermosa y tomaron de la mano a un hombre cojo, un hombre que había pasado
muchos años pidiendo limosna mientras la multitud religiosa simplemente pasaba
a su lado. Nadie tenía problema con su impotencia hasta que Pedro y Juan lo
levantaron en el nombre de Jesús, y Dios milagrosamente le sanó.
Amado, no tengas miedo de la oposición. Es un ingrediente necesario en
nuestras vidas; es pan para nosotros. Pedro y Juan fueron llamados ante el
consejo de líderes religiosos y los amenazaron dos veces. Sin embargo, ¿cuál
fue el resultado de esta amenaza? “Y puestos en libertad, vinieron a los suyos
y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían
dicho. Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron:
Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y
todo lo que en ellos hay” (Hechos 4:23-24).
¡Vemos aquí que la oposición había encendido una reunión de oración! En
lugar de ceder a las amenazas, los discípulos doblaron sus rodillas a Dios y
comenzaron a orar: “Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus
siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para
que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo
Hijo Jesús” (Hechos 4:29-30). Fue la curación de este hombre cojo lo que
trajo todo este problema sobre ellos, por lo que le dieron un giro al asunto y
¡le pidieron a Dios que les dé más audacia, más poder, más sanidades!
La oposición es el pan que nos envía a la presencia de Dios, donde se
encuentra toda nuestra fuerza. Sin oposición de la iglesia se vuelve floja y
se vuelca hacia sí misma, buscando el poder sin un propósito: una fórmula
para el engaño espiritual.
Carter Conlon
Suscribirse a:
Entradas (Atom)