miércoles, 30 de enero de 2008
SALMOS 16
Me refugio en ti
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: “Tú eres mi bien”.
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.
El Señor es el bote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano;
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta la noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con Él a mi derecha, no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena,
porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia
de alegría perpetua a tu derecha.
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