martes, 3 de mayo de 2016

ENCONTRANDONOS CON JESUS EN EL SILENCIO

Cuando mi ser esta agotado agobiado y cansado. entro en el silencio. Le pido a jesus que me perdone mis pecados ,entre en mi corazón , me vacie de mi y me llene de El. Solo hay que esperar , esperar en silencio hasta que mi mente sea capturada por el Espiritu Santo. Mientras espero ,El espiritu Santo hace que mi alma por medio de suspiros se libere, se vacie ,a medida que va inundando mi ser una paz sobrenatural

jueves, 7 de agosto de 2014

DIOS QUIERE QUE NUESTRA VIDA SEA COMO UN LIBRO ABIERTO

Dios desea que nuestra vida sea como un libro abierto. Por lo tanto, Él anhela que quitemos de nuestra vida todo pecado oculto, toda deshonestidad, engaños, mentiras, fraude. Por eso es que el Espíritu Santo busca cada cosa en nosotros que no es semejante a Cristo, y si de verdad queremos cambiar, estaremos dispuestos a que Él trate con nosotros. Hasta que experimentes el cambio de Dios en cada una de estas áreas, te puedes olvidar de recibir consejería, consultar programas de auto-ayuda, o de restaurar relaciones. Pon todo a un lado por el momento, hasta que estés listo a renunciar a todo tu pecado oculto. Cuando te hayas sometido a la palabra de Dios y al poder transformador de su Espíritu, no será necesario que convenzas a otros de que has cambiado. Según caminas en su verdad, el Espíritu Santo te recomendará a las conciencias de los que están a tu alrededor. “Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.”(2 Corintios 4:2) La palabra griega para recomendar aquí significa “aprobación de Dios”. Pablo dice: No tendrás que impresionar a nadie diciéndole que has cambiado. Dios se moverá en sus conciencias, diciéndoles en su interior: “Esta persona tiene mi bendición y mi aprobación.” Ningún argumento podrá refutar la evidencia interna que el Espíritu de Dios ha puesto en ti. De hecho, tu cambio atraerá a otros o será como una reprensión para ellos. El aura de Cristo que emana de ti será como un golpe a sus propias conciencias. Y será entonces cuando encontrarás el poder para influenciar a otros a través de los cambios que están ocurriendo en ti. Encontrarás que se restaurarán relaciones y podrás recuperar tu autoridad espiritual en tu hogar. Ya no seguirás pensando en los cambios que tienen que ocurrir en otros. Más bien, te animarás tanto con los cambios que Dios está obrando en ti, que concluirás: “Señor, sé que todo está en Tus manos y me entrego a tu voluntad. Haz en mí lo que tengas que hacer.” Ahora es el momento para dejar todas tus circunstancias en Sus manos. Olvídate de tratar de salir de tu crisis. Más bien, enfócate en el Señor que te está cambiando y haciendo de ti un vencedor. Permanece en Su palabra. Clama a su nombre diligentemente y confía en el Espíritu Santo. Haz que este sea el clamor constante de tu corazón: “Cámbiame, oh Señor.” DAVID WILKERSON

miércoles, 6 de agosto de 2014

TU PASADO NO TIENE FUTURO

La grandeza de Dios no tiene término, es infinita, inmensurable e ilimitada. Cada amanecer irrumpe con Sus promesas, Su poder y Su perdón. Cada nueva mañana anuncia la belleza de potenciales y nuevos comienzos, llenos de palabras de vida y resurrección y de frases como: “comencemos de nuevo juntos”, llamándonos a permitirle que escriba Su visión y plan de esperanza en las tablas de nuestros corazones. Nuestro Dios de misericordia nos dice: “Te voy a sacar de la arena movediza del fatalismo y resignación en la que te estás hundiendo peligrosamente. Te daré una nueva perspectiva y confianza que vas a experimentar, vivir y comunicar. De la abundancia de tu corazón resucitado, tu boca comenzará a hablar de nuevo (Ver Lucas 6:45). Te daré una visión que vas a compartir con sencillez y alegría, y que va a cambiar a la gente que te rodea. Quiero escribir Mi plan en tu corazón: un destino para tu futuro, tus hijos, tu matrimonio, tus estudios o tu carrera, y el florecer sobrenatural de tu cosecha personal en Mí.” Dios dice aun mas: “Tengo una visión, de respirar en ti conocimiento y comprensión de las muchas buenas obras que he preparado para ti en cada área de tu vida. Habrá guerras y batallas, tanto con retrasos como con montañas que parecen insuperables, ¡Pero mis hijos y mis hijas vivirán por la fe! Si la promesa se ​​retrasa, confía en fe por esa promesa durante tu temporada de espera. ¡Mi pueblo vivirá por fe!” ¡tu pasado no tiene futuro! “Note aferres al pasado, no te permitas quedar paralizado hoy por lo que pasó ayer. He aquí que yo hago algo nuevo. Es para ahora, para hoy, dice el Señor. Estás dispuesto a recibirlo y a creerme por su cumplimiento?” (Ver Isaías 43:18-19) Claude Houde

martes, 5 de agosto de 2014

UN PEQUEÑO TERRENO

Santiago nos dice: “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa” (Santiago 3:14-16). Nota a quién Santiago se dirige aquí. En el versículo 13 dice: “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre”. Él nos está diciendo: “Puedes tener gran sabiduría y conocimiento espiritual. Pero si hay amargura en tu hogar, contienda en tu corazón, envidia en tu trabajo, no pienses que eres espiritual de ninguna manera. Estás bajo un fuerte engaño”. Cuando Santiago habla de contienda y amargura, él se refiere a disputas y críticas. Y él dice que todo esto es diabólico, sensual, que son obras de maldad. En resumen, cualquiera que guarda amargura causa disputas, y peor aún, abre su corazón a la posesión satánica. ¿Conoces personas a quienes la amargura las ha llevado a la posesión satánica? Con el tiempo, su ser exterior comienza a manifestar las tinieblas que tienen dentro. Con el tiempo su cuerpo comienza a decaer, enfermándose, marchitándose y sufren desbalances mentales. Cuando se le entrega dicho terreno al diablo, éste obra para la destrucción absoluta. Así que, sigue adelante, retén tu rencor. Quédate con tu amargura. Continúa buscando disputas. Si lo haces, estarás en total rebelión contra Dios y Su Palabra y te abrirás a Satanás. Te volverás ciego espiritualmente y endurecido de corazón. Por el otro lado, si eres espiritual y obedeces voluntariamente la Palabra de Dios, entonces no importa cuán herido estés, mostrarás la sabiduría apacible de la gentileza al perdonar. En un viaje a Jerusalén, observé un poderoso ejemplo de cómo Satanás puede tomar una posición hasta en el terreno más pequeño. Mientras miraba la Ciudad Santa desde el Monte de los Olivos, vi la tierra donde se asienta el Domo musulmán de la Roca. Ese pequeño pedazo de terreno es quizás una fracción de un acre. Sin embargo, de alguna manera Satanás puso sus manos sobre él y construyó un templo para sí mismo y ahora se ha convertido en la abominación de la desolación, como se menciona en las Escrituras. El diablo ha logrado enfocar sus poderes en el centro mismo del pueblo una vez escogido por Dios, Israel. Y todo sucedió porque él obtuvo sólo un pequeño terreno. Este es un retrato vivo de lo que Satanás hace cuando toma ventaja del más pequeño pedazo de terreno. DAVID WILKERSON

lunes, 4 de agosto de 2014

CUANDO OIGAS EL RUGIDO DEL LEÓN

Cuando yo era un joven predicador, no pensaba mucho en la guerra espiritual. Pensaba que cualquiera que caminaba en victoria no debía tener problema alguno con el diablo. Para mí, era sólo un asunto de resistir al diablo. Pero pronto encontré a un león rugiente lanzándose sobre mis debilidades con todas sus fuerzas y me sentí indefenso para hacerle batalla. Muy a menudo veo al diablo haciendo lo mismo con otros cristianos sinceros. Conozco a multitudes de siervos piadosos, personas puras de corazón, que caminan en la gracia, que repentinamente son abrumados por una inundación demoniaca de confusión y desesperación. Tales cristianos pueden estar trabajando diligentemente para el Señor por años. De pronto, un día, Satanás inyecta su mente con pensamientos acusadores. Y de la noche a la mañana son vencidos por problemas horribles, tentaciones inesperadas, codicia y depresión. Sus pruebas son tan profundas, extrañas y misteriosas, que estos santos no tienen idea de dónde vinieron. Creo que existe una sola explicación: Sus problemas son ataques demoniacos. Vez tras vez he visto esto suceder a cristianos que están creciendo apresuradamente. En el punto más alto de su crecimiento espiritual, Satanás pone una vieja seducción en su camino. Puede ser una lujuria antigua, algo que pensaron que habían vencido años atrás. Pero ahora, después de años de vivir en victoria, están caminando sobre una cuerda floja, tambaleándose a punto de caer en una situación que los podría llevar a una terrible atadura. He experimentado ese río. Y multitudes de creyentes están siendo arrastrados ahora mismo por él. Son inundados con persecuciones, ataques físicos, acosos mentales, tentaciones feroces del infierno, amigos volviéndose contra ellos como enemigos. Satanás ha planeado un ataque total, de último día y a toda fuerza para revolcarnos en total desesperación. ¿Cómo resistimos el poder de Satanás? Juan nos ofrece la respuesta en Apocalipsis 12: “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos” (versículo 11). Cuando escuches el rugido del león, cuando la inundación te azote y estés abrumado, sencillamente corre al Lugar Santísimo. Por fe, entra a la misma presencia de Dios en Su trono porque el Cordero ha creado un camino para ti, a través de su sangre. “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne” (Hebreos 10:19-20). DAVID WILKERSON

viernes, 1 de agosto de 2014

UN INGREDIENTE NECESARIO

Considera todo lo que Jesús tuvo que soportar; el desprecio, los golpes, las burlas, el rechazo de aquellos con los que Él había caminado e incluso alimentado en el desierto. Piensa en la cruz; la violencia y la furia de la oposición que Satanás envió en sus intentos de destruir la obra de Dios. Poco sabía el enemigo que en realidad estaba suministrando el ingrediente necesario para asegurar el éxito. Según las Escrituras, “sin derramamiento de sangre no se hace remisión [de pecado]” (Hebreos 9:22). Quienes se oponen a la obra de Dios son el pan para nosotros. Tiene que haber violencia, tiene que haber una cruz, tiene que haber una muerte. Leemos en 1 Corintios 2:8 que si los príncipes de este siglo hubieran sabido lo que estaban haciendo, ¡Nunca habrían crucificado al Señor de la gloria! Recordemos el momento en que Pedro y Juan se acercaron al templo llamado La Hermosa y tomaron de la mano a un hombre cojo, un hombre que había pasado muchos años pidiendo limosna mientras la multitud religiosa simplemente pasaba a su lado. Nadie tenía problema con su impotencia hasta que Pedro y Juan lo levantaron en el nombre de Jesús, y Dios milagrosamente le sanó. Amado, no tengas miedo de la oposición. Es un ingrediente necesario en nuestras vidas; es pan para nosotros. Pedro y Juan fueron llamados ante el consejo de líderes religiosos y los amenazaron dos veces. Sin embargo, ¿cuál fue el resultado de esta amenaza? “Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay” (Hechos 4:23-24). ¡Vemos aquí que la oposición había encendido una reunión de oración! En lugar de ceder a las amenazas, los discípulos doblaron sus rodillas a Dios y comenzaron a orar: “Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús” (Hechos 4:29-30). Fue la curación de este hombre cojo lo que trajo todo este problema sobre ellos, por lo que le dieron un giro al asunto y ¡le pidieron a Dios que les dé más audacia, más poder, más sanidades! La oposición es el pan que nos envía a la presencia de Dios, donde se encuentra toda nuestra fuerza. Sin oposición de la iglesia se vuelve floja y se vuelca hacia sí misma, buscando el poder sin un propósito: una fórmula para el engaño espiritual. Carter Conlon

jueves, 31 de julio de 2014

BENDICIONES DE BIEN

“Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien; corona de oro fino has puesto sobre su cabeza” (Salmos 21:3). A primera vista, este verso escrito por David pareciera un poco confuso. La frase “salir al encuentro” (en inglés dice “impedir”), está usualmente asociada con impedimento, no con bendición. Una traducción moderna para este texto, sería: “El Señor impidió a David con las bendiciones de bien”. Sin embargo, la palabra bíblica “impedir” o “salir al encuentro” tiene un significado totalmente diferente. Significa “anticipar, preceder, ver y cumplir con anticipación, pagar una deuda antes de que ésta venza”. Más aun, en casi todas las instancias, implica algo placentero. Isaías nos da una idea de este tipo de placer cuando explica que Dios se anticipa a nuestra necesidad y la satisface anticipadamente. “Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído” (Isaías 65:24). Este versículo nos da una increíble figura del amor de nuestro Señor para con nosotros. Evidentemente, Él está tan ansioso por bendecirnos, tan pronto para cumplir Su misericordia en nuestras vidas, que no puede siquiera esperar a que nosotros le digamos nuestras necesidades, Así que Él se apresura y lleva a cabo actos de misericordia, gracia y amor hacia nosotros incluso antes que le pidamos. Y esto es de supremo placer para Él. Entonces esto es lo que David estaba diciendo en el Salmo 21: “Señor, Tú derramas bendiciones y misericordias sobre mí, aun antes de que yo las pida. Y me has dado más de lo que pueda imaginar”. David se estaba refiriendo a alguna obra maravillosa que Dios logró para él, en el ámbito espiritual. Se trataba de algo que le dio a David la victoria sobre sus enemigos, la respuesta a sus oraciones, el poder para vencer y un gozo inexplicable. Y Dios lo hizo todo aun antes que David orara para dejar sus cargas o presentara su petición. Una vez que David finalmente derramó su corazón, descubrió que Dios ya había hecho provisión para derrotar a sus enemigos. ¡La victoria de David estuvo asegurada desde antes que él pudiera siquiera acercarse al campo de batalla! DAVID WILKERSON