Dios tiene tanto que quiere darle a usted. Su deseo es “abrir las ventanas
del cielo, y derramar sobre usted bendición, que no habrá espacio suficiente
para recibirla” (ver Malaquías 3:10). El está en un almacén lleno,
diciendo, “Yo soy un Dios dador, amoroso – pero muy pocos recibirán de mi.
¡No me dejan que yo sea Dios para ellos!
Por supuesto, debemos agradecer a Dios por todo lo que él ya ha hecho y nos ha
dado. ¡Pero no debemos estar satisfechos con lo que creemos que es mucho!
Muchos Cristianos están satisfechos con sentarse en la iglesia y ser
bendecidos por la presencia de Dios. ¡Tales personas son tan solo “esponjas
satisfechas”! Ellos absorben todo – pero limitan a Dios en sus vidas,
cuando él quiere ungirlos para el servicio.
Cuando los discípulos se maravillaron de los milagros de Cristo, Jesús
respondió, “¡Dios tiene mayores cosas que vosotros haréis!” La mayoría
de nosotros somos como los discípulos. Vemos un milagro, y estamos satisfechos
por hablar de eso el resto de nuestras vidas. Pero si realmente hemos conocido a
Dios y le permitimos que sea nuestro Dios, le pediríamos mucho más:
• Nosotros haríamos que nuestras oraciones alcancen los cielos por fe,
creyendo que Dios derribará a los líderes impíos en los gobiernos locales,
estatales y todas las agencias gubernamentales. ¡Derribaríamos fortalezas y
principados, como Dios dijo!
• Le creeríamos a Dios que nos va a ayudar a saturar nuestra ciudad con el
evangelio de Jesús. Nos levantaríamos en fe contra cualquier arma forjada
contra nosotros, y derribaríamos fortalezas satánicas en nuestras familias e
iglesias.
Nuestra visión sería ilimitada. ¡Le creeríamos a Dios por cosas aun más
grandes para su reino!
DAVID WILKERSON
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