Señor ven a este nuestro mundo, a cada uno de los seres humanos
que tanto te necesitamos con la fuerza consoladora de tu Espíritu,
¿en qué lo hemos transformado? Quizá Tú lo estés intentando y somos
nosotros mismos quienes no te dejamos.
Señor ¿quién guiará nuestros pasos y aliviará nuestro cansancio? ¿Quién
impulsará nuestros corazones sino eres Tú?
Danos fuerza y aliento para comenzar cada día, saber esperar contra toda
esperanza, llenar nuestros vacíos, porque Tú Señor, eres la brisa suave
y la fuerza del mar.¡Ven Espíritu Divino, luz que penetras las almas y
fuente del mayor consuelo!
Ana Bou
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