En el camino aprendí, que llegar alto no es crecer, que mirar no es siempre ver, ni escuchar es oír, ni lamentarse es sentir, ni acostumbrarse es querer.
En el camino aprendí, que andar solo no es soledad, que cobardía no es paz, ni ser feliz es sonreír y que peor que mentir es silenciar la verdad.
En el camino aprendí, que puede un sueño de amor abrirse como una flor, pero en su breve existir es todo aroma y color.
En el camino aprendí que humildad no es sumisión. La humildad es ese don que suele confundir; no es lo mismo ser servil que ser un buen servidor.
Cuando vayan mal las cosas, como a veces suelen suceder ir, cuando ofrezca tu camino solo cuestas subir, cuando tengas poco que haber pero mucho que pagar y precises sonreír aun teniendo que llorar, cuando el dolor te agobie y no puedas ya sufrir, descansar acaso debes, pero nunca desistir.
Cuando todo esté peor más debes insistir.
Autor anónimo
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