Quiero contarles una experiencia reciente que comenzó porque sentía algo en mi alma que cada día se preguntaba ¿Cómo poder amar a Jesús más que nadie en el mundo? ¿Cómo es posible que El nos exija eso? Amarlo más que a tu padre o a tu madre o más que a tus hermanos, cómo era eso posible?
Hace unos días me convencí que estaba pecando porque yo sentía que nunca iba a poder amarlo más que a nadie y empecé a orarle y le dije a Jesús que sentía que había algo dentro mío que no me permitía amarlo más que a nadie, que sacara esa raíz que me impedía ser feliz y recibir SU AMOR.
Esa noche, cuando estaba profundamente dormida sentí que lo llamaba a Jesús y no era mi voz era "un otro" que estaba dentro mío y no me permitía llamarlo con mi voz propia, le tenía miedo a ese espíritu que me poseía y en ese momento recordé cuantas veces me desperté llorando porque ese espíritu me martirizaba y me llevaba a lugares donde no quería ir, pero cuando me despertaba me olvidaba de todo y así tantos años que no recuerdo cuando eso comenzó, no se cuando ese espíritu se apoderó de mí. Pero sentía miedo y empecé a llamar y gritar: Jesús, Jesús, Jesús ayúdame y El vino y saben qué? me desató ambos pies, como si desatara un cordón, el espíritu huyó de El y de mi y sentí que se fue para siempre. Jesús pasó tan cerca mío que sentí su amor inmenso y sentí que al fin descansé!
A la mañana siguiente recordé todo, no como en otras ocasiones que me había olvidado que me martirizaban cuando dormía y me miré los pies, nada había pero en mi muñeca izquierda tenía tres círculos rojos bien marcados y empecé a llorar de alegría!
El amor que me había invadido y a la vez sentirme TAN LIBRE fue maravilloso, sí, me di cuenta que había estado cautiva, no se cuanto pero no dejé de reírme y de llorar todo el día, imagínense sentir que se ha estado PRESO y SOMETIDO por años y de pronto vienen a SALVARTE, cómo no amar a Jesús más que a nadie? EL NOS DA LA VERDADERA LIBERTAD EL ME SALVÓ, EL ME LIBERÓ.
Ana Amorosi
No hay comentarios:
Publicar un comentario