martes, 30 de abril de 2013

ANDAR EN EL ESPÍRITU

La mayoría de nosotros podríamos admitir que rara vez sentimos la gracia de
Dios obrando en nuestras vidas. Es por eso que somos propensos a dudar que su
presencia mora en nosotros. Pablo apunta a este dilema en Gálatas cuando
escribe, " Digo, pues: Vivan según el Espíritu, y no satisfagan los deseos de
la carne." (Gálatas 5:16, NVI).

Suena bastante simple pero, tendemos a aceptar este consejo de Pablo como una
orden difícil de obedecer. Apretamos los dientes y decimos: "Voy a caminar en
el Espíritu hoy." Luego, una vez que tropezamos, nos parece que no estamos
"siendo espirituales", así que nos esforzamos aún más. De repente, estamos
bajo la ley de nuevo porque hemos vuelto a nuestra capacidad carnal, en lugar
de confiar en que ya estamos en el Espíritu.

Pablo dice: "Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley"
(5:18). En otras palabras, el Espíritu de Dios mora en ustedes y Él les da
acceso en todo momento a Su gracia que los empodera. Cuando Pablo dice: "Andad
en el Espíritu", quiere decir, "Caminen bajo la gracia y no bajo la ley".

Luego Pablo nos muestra el resultado de caminar por el Espíritu: "El fruto del
Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,
mansedumbre, dominio propio, contra tales cosas no hay ley" (5:22-23). Tome
nota: Estas cosas no se producen a causa de lo que hacemos. Son el fruto de la
justicia que Dios ha puesto en nosotros; el resultado de su obra en nosotros.

Puede que no se sienta lleno de amor todo el tiempo, pero el amor está en
usted, porque Dios lo puso ahí. Puede que no sienta el gozo y la paz, pero
Dios los ha implantado profundamente dentro suyo. Su Espíritu está obrando en
usted cada hora de cada día, para Su gran gloria y para bendecirlo inmensamente
a usted.

En uno de los pasajes más impresionantes de la Escritura, Pablo nos da la
respuesta de Dios a la condición humana: "Gracias sean dadas a Dios por
Jesucristo nuestro Señor… Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que
están en Cristo Jesús. Porque la ley del Espíritu de vida me ha librado en
Cristo Jesús de la ley del pecado y de la muerte "(Romanos 7:25, 8:1-2).






GARY WILKERSON 

lunes, 29 de abril de 2013

PRIORIDADES PERVERTIDAS

Los cristianos que descuidan la oración han pervertido sus prioridades. Muchos
creyentes se comprometen a orar siempre y cuando tengan tiempo. Sin embargo,
cada semana, el buscar a Cristo se ha vuelto cada vez menos importante para
ellos que lavar el auto, limpiar la casa, visitar a los amigos, comer afuera,
ir de compras, disfrutar de eventos deportivos. Ellos simplemente no hacen
tiempo para orar.

La gente no era diferente en los tiempos de Noé y de Lot. Sus grandes
prioridades eran comer y beber, comprar y vender, casarse y cuidar de sus
familias. No tenían tiempo para escuchar los mensajes de Dios del juicio
venidero. ¡Y así fue como nadie estuvo preparado cuando el juicio llegó!
Evidentemente, nada ha cambiado con el paso de los siglos. Para muchos
cristianos de hoy en día, Dios permanece al final de su lista de prioridades,
y en el tope están sus ingresos, su seguridad, los placeres y la familia.

Amado, el Señor no quiere tus sobras: aquellos pequeños pedacitos de tiempo
cuando sólo tienes un momento para hacer una petición rápida. Eso no es un
sacrificio de oración.

El profeta Malaquías escribe:” Y cuando ofrecéis el animal ciego para el
sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no
es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le
serás acepto? dice Jehová de los ejércitos. (Malaquías 1:8).

Malaquías está diciendo: “Estás trayendo cualquier animal de la granja
para sacrificarlo en la presencia de Dios: regalos descuidados,
desconsiderados, de segunda mano. ¡Trata de darle ese tipo de ofrendas a su
gobernador y ve qué es lo que pasa!”

Dios esperaba que Su pueblo revisara sus rebaños cuidadosamente, examinando
cada animal para elegir el espécimen más perfecto para sacrificarlo a Él. De
igual manera hoy, Dios espera lo mismo de nosotros. Él quiere nuestro tiempo de
calidad: sin apuros. ¡Y tenemos que hacer que ese tiempo sea una prioridad!

Una vez me encontré con el pastor de una de las iglesias más grandes de
Estados Unidos. Este hombre era uno de los ministros más ocupados que he
visto. Me dijo sin excusas, “No tengo tiempo para orar”. Sin embargo, lo
que realmente quiso decir fue: “No le doy ninguna prioridad a la oración”.
Cuando visité su iglesia, no sentí el mover del Espíritu de Dios en su
congregación. De hecho, fue una de las iglesias más muertas en las que yo
había predicado. ¿Cómo podría haber vida si el pastor no oraba?

Ningún cristiano va a dedicar tiempo para orar a menos que la oración se
convierta en la primera prioridad en su vida, por encima de todo: familia,
carrera, tiempo de esparcimiento, todo. ¡De lo contrario, su sacrificio está
pervertido!

DAVID WILKERSON

viernes, 26 de abril de 2013

AMOR BARATO

Cuando uso la palabra "tibio" para describir el amor de una persona hacia
Jesús, no me refiero a que es frío hacia el Señor. Más bien, quiero decir
que su amor es "barato": no costoso. Déjame darte un ejemplo: Cuando Jesús se
dirige a la iglesia de Éfeso en Apocalipsis 2, Él primero les elogia por todo
lo que han hecho. Reconoce su ardua labor en la fe, odiando el pecado y la
transigencia, rechazando falsas doctrinas, nunca desmayando o dándose por
vencidos cuando fueron perseguidos y siempre manteniéndose firmes por el
evangelio. Pero Cristo dice que tiene una cosa en contra de ellos: Que han
abandonado su amor ferviente y costoso por Él! “Pero tengo contra ti, que
has dejado tu primer amor” (Apocalipsis 2:4).

De alguna manera en medio de todas sus buenas obras, dejaron atrás su caminar
amante y disciplinado con Jesús. Y ahora Él les dice: “Has dejado tu primer
amor y  has abandonado la costosa disciplina de venir a Mi presencia y tener
comunión conmigo.”

Por favor nota que Jesús está hablando aquí de creyentes que comenzaron
sintiendo un amor ardiente por Él, no de cristianos fríos y solo de nombre,
quienes en primer lugar nunca lo amaron. Él está diciendo, “Es posible que
alguien que una vez tuvo un corazón lleno de amor por Mí, deje que su celo
por mi se entibie, y ore muy rara vez.”

Piensa cuan ofensivo debe ser esto para Cristo, nuestro Esposo. ¿Qué tipo de
matrimonio puede haber cuando el esposo y la esposa no tienen momentos privados
de intimidad? Y eso es justamente a lo que Jesús se refiere aquí. Él quiere
momentos contigo solamente para Él!

No importa cuán ruidosamente alabamos al Señor en la iglesia, cuánto digas
que le amas, cuántas lágrimas derrames. Puedes ser un dador generoso, amar al
prójimo, odiar el pecado, reprender a los malhechores, pero si tu corazón no
está siendo atraído continuamente a la presencia de Cristo, has perdido tu
amor por Él.

Todas tus obras son en vano a menos que regresemos a nuestro amor luminoso y
ardiente por Jesús. Debemos darnos cuenta que “Amar a Jesús no se trata
solamente de hacer cosas, sino que involucra la disciplina diaria de mantener
una relación, y eso me va a costar algo.”


DAVID WILKERSON

jueves, 25 de abril de 2013

¿PORQUÉ ORAR ES TAN DIFICIL PARA LOS CRISTIANOS?

Las Escrituras dicen claramente que la respuesta a todo en nuestras vidas es la
oración acompañada de fe. El apóstol Pablo escribe: “Por nada estéis
afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6). Pablo nos está
diciendo: “Busca al Señor con relación a todas las áreas de tu vida y dale
gracias anticipadas por escucharte”

Pablo enfatiza que siempre debemos orar primero y no como último recurso: no
yendo a nuestros amigos primero, luego a un pastor o consejero, y finalmente
terminar de rodillas. Jesús nos dice: “Mas buscad primeramente el reino de
Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6:33).
Debemos ir al Señor primero!

Nuestro ministerio recibe cartas desgarradoras de multitudes de cristianos
destrozados. Hay rupturas familiares, las personas que caminaban fielmente con
Cristo por años ahora están viviendo en temor y derrota. Cada una de estas
personas ha sido superada por algo: pecado, depresión, mundanalidad, codicia;
y año tras año, sus problemas solo parecen empeorar.

Sin embargo, lo que más me asombra de sus cartas es que muy pocos de estos
cristianos mencionan la oración. Acuden a sermones grabados, libros,
consejeros, llaman a radioemisoras y asisten a terapias de todo tipo, pero rara
vez recurren a la oración.

¿Por qué es tan difícil para los cristianos buscar a Dios para sus
necesidades en tiempos de crisis? Después de todo, la Biblia permanece como un
gran testimonio de que Dios escucha el clamor de Sus hijos y les contesta con
tierno amor.

• “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al
clamor de ellos.” (Salmos 34:15).

• “Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias”
(Versículo 17).

• “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa
conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera
cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” (1
Juan 5:14-15).

• “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” (Mateo
21:22).

Estas promesas son la abrumadora evidencia del cuidado de Dios.


DAVID WILKERSON

miércoles, 24 de abril de 2013

¡TE HIZO NUEVO!

¿Has sido libertado? Probablemente pienses: “¡Por supuesto! He sido lavado,
redimido, santificado por Jesús, y vivo para Él”

Ahora aquí hay preguntas subsecuentes: ¿Tu vida cotidiana refleja la gloriosa
libertad que acabas de describir? ¿Tus amigos, tu esposo o tu esposa, tus
hijos, dirían que has sido libertado? ¿O eres como multitudes de cristianos
que sienten que están en un columpio espiritual? ¿Tu caminar con Cristo está
continuamente arriba y abajo, aparentemente espiritual por un momento y carnal
en el momento siguiente?

Nosotros aceptamos por fe las grandes verdades acerca de la obra de Jesús por
nosotros: salvación, redención, santificación, liberación. Sin embargo,
para muchos de nosotros, estas son “verdades espirituales” que existen en
otro mundo. Cantamos y nos regocijamos en la iglesia cada semana acerca de lo
que Jesús ha hecho por nosotros, pero ¿Su regalo de libertad es una realidad
en nuestras vidas diarias?

A veces, todos luchamos por permanecer puros en pensamientos y acciones. Tal
vez esta semana dijiste algo desagradable a tu esposo o esposa y te has sentido
inquieto: “¿Qué me pasa? ¿Por qué no puedo ser de bendición en mi
matrimonio? "

Cada vez que fallamos en nuestro caminar con Dios, nos preguntamos: “¿Dios
me libertó realmente?” Quizás a veces incluso te cuestionas tu salvación.
Amigo, eso no es libertad. Entonces, ¿Qué es lo que significa realmente ser
libertado en Cristo? La primera evidencia de esto viene de Jesús, quien dice:
“¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura
un codo?… Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:27, 33)



Cristo ofrece las mismas palabras para todos nosotros que nos preocupamos por
nuestras vidas espirituales: ¡No se afanen! No importa cuán destrozado te
sientas acerca de tu caminar con Dios. Él declara que tú eres una “nueva
criatura” (Vea 2 Corintios 5:17). En el momento en que elegiste seguir a
Jesús, Él te hizo nueva criatura y eso nunca cambia. Incluso cuando crees que
te has alejado demasiado, Jesús dice lo contrario: “No te afanes. He provisto
todo para que tu puedas tener comunión conmigo”

GARY WILKERSON

martes, 23 de abril de 2013

EL DÍA DEL PAGO

Quiero dar cuatro resultados trágicos que le suceden a los que destronan al
Señor:

      1. "Israel es una frondosa viña, haciendo fruto para sí mismo"
(Oseas 10:1).

Cada uno en Israel buscaba por sí mismo y el resultado era un vacío total.
Oseas estaba hablando a los creyentes, mostrándoles una imagen de lo que le
sucede a todos los que destronan al Señor de sus vidas. Esas personas se
vuelven egoístas y miserables y todas sus búsquedas acaban en el vacío.

      2. "Su corazón está dividido... él quebrantará sus altares y
destruirá sus ídolos." (Versículo 2).

El corazón de nuestras naciones está dividido. De boca, los americanos sirven
a Dios y a la religión, pero ellos no adoran al Señor en verdad. Esto ha
llevado directamente a la ruptura de todas nuestras sagradas instituciones.
Cuando se pierde la fe en Dios y se pone la confianza en otra cosa, esa cosa se
convierte en un ídolo. Y es lo que está sucediendo en nuestras naciones hoy en
día. Nuestra sociedad ya no confía en Dios, en cambio, se vuelve hacia el
gobierno, el presidente, el sistema educativo, la seguridad social, todo para
tratar de encontrar algún tipo de estabilidad. Dios está diciendo: "Si no vas
a confiar en mí, voy a hacer que todas las instituciones en que confías
fallen".

      3. "Habéis arado impiedad, habéis cosechado iniquidad... porque
confiaste en tu camino, en la multitud de tus valientes" (versículo 13).

Oseas dice: "¡Usted dejó de confiar en el Señor y ahora va a recoger una
cosecha de iniquidad!" La humanidad hoy es sofisticada, educada y bien
informada. Hemos destronado a Dios -rechazado la Biblia y la oración- se ha
entronizado la ciencia, la psicología y la educación. Sin embargo, yo les
pregunto: ¿Cuál ha sido la cosecha? ¿Qué nos trajo todo nuestro sofisticado
aprendizaje?

      4. "No tenemos rey, porque no temimos a Jehová" (versículo 3).

Oseas era profeta sobre Israel, pero cuando comenzó la rebelde de Israel, él
fue impotente para detener la pérdida de la fe. Sus palabras no llevaban
ninguna autoridad. Cada vez que hablaba, la gente se limitó a menear la cabeza
y decir: "No tenemos ningún liderazgo, estamos sin dirección. Estamos a la
deriva".

Eso es precisamente lo que está sucediendo en América en este momento y lo
mismo está ocurriendo en la iglesia hoy. Muchos cristianos se burlan de sus
pastores, ridiculizando su autoridad. ¿Por qué? Porque las palabras de estos
hombres no llevan poder. La gente dice: "Ya no tenemos ningún liderazgo en
nuestra iglesia. Estamos perdidos, confundidos". ¡Ese es el día de pago para
destronar al Señor!
DAVID WILKERSON

lunes, 22 de abril de 2013

ENTRONADO COMO REY

El apóstol Pablo escribe que cuando Jesús regrese, "a su debido tiempo
mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de
señores," (1 Timoteo 6:15). Pablo está diciendo, en esencia: "¡Cuando Cristo
venga, va a demostrar a todos que es el Señor!"

Dios el Padre entronó a Cristo como rey de todas las naciones y toda la
naturaleza, y como el Señor de la iglesia. Pablo está diciendo: "No importa
cómo luzcan las cosas en el exterior. Todo puede parecer fuera de control y
puede parecer como si el diablo hubiera tomado el poder. Pero la verdad es que
Dios ha puesto todas las cosas bajo los pies de Jesús y ¡Él sigue siendo el
rey sobre todas las cosas!".

"Por él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos y las que hay
en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades: todo fue creado por él y para él" (Colosenses
1:16). "Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia... para que en todo tenga
la preeminencia" (versículo 18).

Estos pasajes prueban que Dios todopoderoso ha nombrado a Jesucristo como
Señor, y todo dominio se ha colocado en sus manos. Sin embargo, vemos a
nuestra sociedad y al gobierno destronar a Cristo en todo, negándose a
reconocer su autoridad y reinado. Estamos quitando a Dios de nuestras escuelas
y tribunales haciendo caso omiso de Él en la elaboración de nuestras leyes. Y
ahora estamos recogiendo una cosecha terrible.

Yo creo que el rechazo de América al señorío de Cristo es la razón detrás
de todo el derramamiento de sangre, violencia, odio racial, decadencia moral,
abuso de drogas y brote de mortales enfermedades sexuales en nuestra sociedad.
Los legisladores, educadores y medios de comunicación han hecho de Dios un
tema innombrable.

Sin embargo, mi preocupación va más allá del rechazo de América a la
autoridad de Jesús. Creo que el problema del destronamiento de Cristo es mucho
peor, mucho más trágico, ya que está sucediendo en su iglesia. ¡Es cierto!
Nuestro Señor exaltado está siendo destronado en las iglesias de la tierra y
en las vidas de una multitud de creyentes.
Es comprensible que la gente impía quiere destronar a Cristo. Pero, ¿cómo se
debe entristecer Dios al ver a Cristo destronado por aquellos que se llaman por
Su nombre.
DAVID WILKERSON