viernes, 31 de agosto de 2012
HABITANDO EN LA MISERICORDIA DE DIOS
Amado, este mensaje no es para atacarlo o sermoniarlo. Por el contrario, yo
creo tener para usted una palabra de esperanza. Permítame explicarle por qué
le ha de resultar difícil ser el cristiano amable, con gracia y misericordia
que usted desea ser.
Nosotros podemos encontrar la clave en el Salmo 119. Aquí el salmista hace una
afirmación poderosa: “Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a
lo que has dicho a tu siervo. (Salmo 119:76). En este pasaje el significado es,
“Señor, Tu Palabra me dice que yo soy consolado al saber que Tú eres
misericordioso y lleno de compasión para conmigo. Déjame encontrar consuelo
en esta gran verdad.”
Si usted busca en la concordancia bíblica las palabras “misericordioso” y
“misericordia,” usted podrá encontrar miles de referencias. La Palabra de
Dios nos abruma con numerosas promesas acerca de Su maravillosa gracia, su
bondad y compasión. Él quiere impregnar en nosotros el conocimiento de que
Él es misericordioso, piadoso, tardo para la ira respecto a nuestras fallas,
debilidades y tentaciones.
“Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira y grande en
misericordia.” (Salmo 103:8).
Todas las promesas de misericordia de parte de Dios nos son dadas para
consolarnos durante nuestras pruebas. Cuando le fallamos a Dios, nosotros
pensamos que Él está enojado con nosotros, que está listo para juzgarnos.
Pero en su lugar, Él quiere que nosotros sepamos, “Yo te sacaré adelante.
Simplemente arrepiéntete. Yo no estoy enojado contigo. Yo soy misericordioso,
lleno de gracia y amor para contigo. Encuentra consuelo en esto.” Es
reconfortante saber que Su misericordia nunca nos abandonará. Cuán
reconfortante es saber que cuando nosotros pecamos o fallamos, Su amor hacia
nosotros crece aún más fuerte.
A menos de que nosotros encontremos consuelo en la misericordia que Dios nos
muestra, no podremos ofrecer la misericordia que ofrece consuelo a los demás.
Solamente cuando nosotros experimentamos la absoluta misericordia de Dios
entonces habrá un flujo de misericordia hacia todos los que nos rodean.
¡Nosotros llegamos a ser personas misericordiosas porque nosotros mismos
estamos habitando en la misericordia de Dios!
DAVID WILKERSON
jueves, 30 de agosto de 2012
SIN PACIENCIA
Israel se rehusó a creer en el mensaje de Dios acerca de lo preciado que era
delante de sus ojos. En su lugar, ellos prefirieron enfocarse en su condición
-en sus problemas, debilidades, incapacidades- y dieron lugar a sus miedos.
Después de un tiempo, Dios perdió su paciencia hacia ellos y le dijo a
Moisés: “¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me
creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? Yo los heriré
de mortandad y los destruiré...” (Números 14:11-12).
El Señor perdonó a Israel gracias a Moisés pero no les fue permitido entrar
a la Tierra Prometida. En su lugar, ellos fueron asignados a vivir en el
desierto, a una vida de temor constante y de dudas destructivas. Ellos fueron
perdonados -pero ¡eran miserables! Ellos habían perdido la esperanza, el
descanso y la paz que venía de aceptar y creer cuán especial eran para Dios
sus hijos.
Amado, la única vez que la paciencia de Dios hacia nosotros se agota es cuando
nos rehusamos vez tras vez a aceptar lo mucho que Él nos ama y su deseo por
vencer nuestras batallas. Inclusive hoy en día hay muchos cristianos que viven
en un desierto creado por ellos mismos. Estos no cuentan con gozo ni victoria.
Al observarlos usted podría pensar que Dios los ha olvidado desde hace años
cuando en realidad Él los ha dejado en sus propias quejas y murmuraciones.
Gracias a Dios, Josué y Caleb entraron a la Tierra Prometida. ¡Y qué gozo
ellos sintieron! Dios los bendijo grandemente y ellos se levantaron como
árboles verdes en Su casa hasta su lecho de muerte. Ellos fueron hombres de
poder y visión porque sabían que eran preciados para Dios.
A pesar de sus problemas y fallas, usted también es preciado para el Señor.
No importa cuáles sean sus pruebas o batallas, usted puede ser un árbol verde
en la casa de Dios, tal como Josué y Caleb lo fueron. Simplemente, agárrese de
lo que Su Palabra promete: “Me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se
agradó de mí.” (Salmos18:19). Este es el fundamento de la fe.
DAVID WILKERSON
delante de sus ojos. En su lugar, ellos prefirieron enfocarse en su condición
-en sus problemas, debilidades, incapacidades- y dieron lugar a sus miedos.
Después de un tiempo, Dios perdió su paciencia hacia ellos y le dijo a
Moisés: “¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me
creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? Yo los heriré
de mortandad y los destruiré...” (Números 14:11-12).
El Señor perdonó a Israel gracias a Moisés pero no les fue permitido entrar
a la Tierra Prometida. En su lugar, ellos fueron asignados a vivir en el
desierto, a una vida de temor constante y de dudas destructivas. Ellos fueron
perdonados -pero ¡eran miserables! Ellos habían perdido la esperanza, el
descanso y la paz que venía de aceptar y creer cuán especial eran para Dios
sus hijos.
Amado, la única vez que la paciencia de Dios hacia nosotros se agota es cuando
nos rehusamos vez tras vez a aceptar lo mucho que Él nos ama y su deseo por
vencer nuestras batallas. Inclusive hoy en día hay muchos cristianos que viven
en un desierto creado por ellos mismos. Estos no cuentan con gozo ni victoria.
Al observarlos usted podría pensar que Dios los ha olvidado desde hace años
cuando en realidad Él los ha dejado en sus propias quejas y murmuraciones.
Gracias a Dios, Josué y Caleb entraron a la Tierra Prometida. ¡Y qué gozo
ellos sintieron! Dios los bendijo grandemente y ellos se levantaron como
árboles verdes en Su casa hasta su lecho de muerte. Ellos fueron hombres de
poder y visión porque sabían que eran preciados para Dios.
A pesar de sus problemas y fallas, usted también es preciado para el Señor.
No importa cuáles sean sus pruebas o batallas, usted puede ser un árbol verde
en la casa de Dios, tal como Josué y Caleb lo fueron. Simplemente, agárrese de
lo que Su Palabra promete: “Me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se
agradó de mí.” (Salmos18:19). Este es el fundamento de la fe.
DAVID WILKERSON
miércoles, 29 de agosto de 2012
CÓMO PODEMOS SABER EL CAMINO?
Debe haber sorprendido a Jesús escuchar a Tomas diciendo: "Señor, no sabemos
a dónde vas tú, ¿Cómo podemos saber el camino" (Juan 14:5). Tomas estaba
diciendo en realidad: "Jesús, Tú hablas con tanta familiaridad sobre ir a tu
Padre, pero nosotros no lo conocemos como tú. ¿Cómo podemos saber el camino
hacia el Padre?"
Esta era una confesión. Tomas estaba admitiendo, "Señor, tú sabes que hemos
sido íntimos durante los últimos tres años, pero no tenemos la revelación
de quién es el Padre, de su amor, su cuidado, su ternura. Por favor, antes de
irte, muéstranos al Padre." Sin embargo, eso es precisamente lo que Jesús
había estado haciendo durante los últimos tres años. Sus discípulos habían
perdido la revelación.
Si fuéramos totalmente conscientes de que tenemos un amoroso y protector Padre
celestial, ¿por qué alguna vez estaríamos desanimados cuando el enemigo viene
contra nosotros? ¿Por qué desesperarnos por una carga financiera que parece
abrumadora? ¿Por qué nos preguntaríamos los por qués cuando nos parece que
no podemos obtener la victoria sobre un pecado que nos asedia?
Escuche con atención la respuesta de Jesús a Tomás. Tiene todo que ver con
nosotros: "Si me conocieseis, también conocierais a mi Padre " (Juan 14: 7).
Entonces, Felipe responde: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta"
(versículo 8). Jesús no podía creer lo que estaba oyendo. Casi se puede oír
la incredulidad en su voz cuando responde a Felipe: "Hace ya tanto tiempo que
estoy con ustedes, ¿y tú, Felipe, no me has conocido? El que me ha visto a
mí, ha visto al Padre; ¿cómo entonces dices: “Muéstranos al Padre”? "
(Versículo 9).
En otras palabras: "Tomas, Felipe, mis discípulos preciosos, ¿cómo pueden
preguntar esto? Dicen que me conocen, que somos íntimos; sin embargo, ¿cómo
se les ha escapado la revelación que he pasado los últimos tres años
entregándoles? ¿Todavía no ven que todos los milagros que hice eran el Padre
en mí revelando quién es, cómo es Él y quien quiere ser Él para ustedes?
Todo lo que les he enseñado era de su corazón, no del mío."
La vida entera de Jesús fue un sermón ilustrado. Día a día, con cada
milagro que Jesús realizó y cada parábola que Él enseñó, estaba
expresando quién es el Padre. Y envió a su Espíritu Santo para que sus
seguidores puedan hacer obras aún mayores y continúen revelando el amor del
Padre a las nuevas generaciones.
DAVID WILKERSON
a dónde vas tú, ¿Cómo podemos saber el camino" (Juan 14:5). Tomas estaba
diciendo en realidad: "Jesús, Tú hablas con tanta familiaridad sobre ir a tu
Padre, pero nosotros no lo conocemos como tú. ¿Cómo podemos saber el camino
hacia el Padre?"
Esta era una confesión. Tomas estaba admitiendo, "Señor, tú sabes que hemos
sido íntimos durante los últimos tres años, pero no tenemos la revelación
de quién es el Padre, de su amor, su cuidado, su ternura. Por favor, antes de
irte, muéstranos al Padre." Sin embargo, eso es precisamente lo que Jesús
había estado haciendo durante los últimos tres años. Sus discípulos habían
perdido la revelación.
Si fuéramos totalmente conscientes de que tenemos un amoroso y protector Padre
celestial, ¿por qué alguna vez estaríamos desanimados cuando el enemigo viene
contra nosotros? ¿Por qué desesperarnos por una carga financiera que parece
abrumadora? ¿Por qué nos preguntaríamos los por qués cuando nos parece que
no podemos obtener la victoria sobre un pecado que nos asedia?
Escuche con atención la respuesta de Jesús a Tomás. Tiene todo que ver con
nosotros: "Si me conocieseis, también conocierais a mi Padre " (Juan 14: 7).
Entonces, Felipe responde: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta"
(versículo 8). Jesús no podía creer lo que estaba oyendo. Casi se puede oír
la incredulidad en su voz cuando responde a Felipe: "Hace ya tanto tiempo que
estoy con ustedes, ¿y tú, Felipe, no me has conocido? El que me ha visto a
mí, ha visto al Padre; ¿cómo entonces dices: “Muéstranos al Padre”? "
(Versículo 9).
En otras palabras: "Tomas, Felipe, mis discípulos preciosos, ¿cómo pueden
preguntar esto? Dicen que me conocen, que somos íntimos; sin embargo, ¿cómo
se les ha escapado la revelación que he pasado los últimos tres años
entregándoles? ¿Todavía no ven que todos los milagros que hice eran el Padre
en mí revelando quién es, cómo es Él y quien quiere ser Él para ustedes?
Todo lo que les he enseñado era de su corazón, no del mío."
La vida entera de Jesús fue un sermón ilustrado. Día a día, con cada
milagro que Jesús realizó y cada parábola que Él enseñó, estaba
expresando quién es el Padre. Y envió a su Espíritu Santo para que sus
seguidores puedan hacer obras aún mayores y continúen revelando el amor del
Padre a las nuevas generaciones.
DAVID WILKERSON
martes, 28 de agosto de 2012
LA INVITACION DE LA CRUZ
Dios miró a un mundo de personas enfermas en pecado, habitando en prisiones de
miedo y desesperanza. Por tanto Él envió a Su propio Hijo. Jesús vino a la
tierra, tomando la flaqueza del hombre y le dijo a todo el que escuchó:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar.” (Mateo 11:28).
La invitación de la cruz es un llamado a toda alma que está enferma de
pecado. Jesús llama a todo aquél que está atado a sus propias cadenas, a
hábitos y pecados. “Venid a mí los que estáis trabajados. ¡No hay otro
camino que Mi cruz!” Jesús murió en la cruz no solamente para perdonar el
pecado sino para romper todo poder malvado sobre nosotros. Usted observa cómo
todo pecado afecta la carne. El pecado quita todo lo bueno, amable y precioso.
Este endurece el corazón, destruye la paz y causa culpa, lamento y pena. Este
consume los pensamientos de la mente, debilita y oscurece el alma. El pecado
trae consigo temor y lo peor de todo, termina con la comunión con Dios.
Si yo fuera a predicar acerca de las demandas de la cruz en muchas iglesias
actuales, acerca de la muerte a la lujuria y a los placeres del mundo, las
multitudes huirían, así como lo hicieron cuando Jesús les dijo sobre el
costo que había en seguirle a Él.
Tales iglesias nunca mencionan la cruz. En su lugar éstas dedican su energía
a reuniones llenas de espectáculos, ilustraciones dramáticas, y sermones
acerca de cómo manejar los problemas de la vida.
Yo creo que Dios debe de parpadear ante todos los intentos fallidos por atraer
almas con estos incentivos modernos. Él parece tener mucha paciencia ante
tales bien intencionados esfuerzos carnales por promover el evangelio. Dios
amonesta a los ministros de estas iglesias si se rehúsan a alertar a su pueblo
sobre lo imperativo que es abandonar sus pecados.
Jeremías se lamentó, “...fortalecen las manos de los malos, para que
ninguno se convierta de su maldad...”(Jeremías 23:14).
“Si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a
mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino y de la maldad de sus
obras.” (versículo 22). Yo le digo a ministros, “Trae de nuevo la cruz -
si no la sangre del pueblo estará en tus manos.”
DAVID WILKERSON
miedo y desesperanza. Por tanto Él envió a Su propio Hijo. Jesús vino a la
tierra, tomando la flaqueza del hombre y le dijo a todo el que escuchó:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar.” (Mateo 11:28).
La invitación de la cruz es un llamado a toda alma que está enferma de
pecado. Jesús llama a todo aquél que está atado a sus propias cadenas, a
hábitos y pecados. “Venid a mí los que estáis trabajados. ¡No hay otro
camino que Mi cruz!” Jesús murió en la cruz no solamente para perdonar el
pecado sino para romper todo poder malvado sobre nosotros. Usted observa cómo
todo pecado afecta la carne. El pecado quita todo lo bueno, amable y precioso.
Este endurece el corazón, destruye la paz y causa culpa, lamento y pena. Este
consume los pensamientos de la mente, debilita y oscurece el alma. El pecado
trae consigo temor y lo peor de todo, termina con la comunión con Dios.
Si yo fuera a predicar acerca de las demandas de la cruz en muchas iglesias
actuales, acerca de la muerte a la lujuria y a los placeres del mundo, las
multitudes huirían, así como lo hicieron cuando Jesús les dijo sobre el
costo que había en seguirle a Él.
Tales iglesias nunca mencionan la cruz. En su lugar éstas dedican su energía
a reuniones llenas de espectáculos, ilustraciones dramáticas, y sermones
acerca de cómo manejar los problemas de la vida.
Yo creo que Dios debe de parpadear ante todos los intentos fallidos por atraer
almas con estos incentivos modernos. Él parece tener mucha paciencia ante
tales bien intencionados esfuerzos carnales por promover el evangelio. Dios
amonesta a los ministros de estas iglesias si se rehúsan a alertar a su pueblo
sobre lo imperativo que es abandonar sus pecados.
Jeremías se lamentó, “...fortalecen las manos de los malos, para que
ninguno se convierta de su maldad...”(Jeremías 23:14).
“Si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a
mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino y de la maldad de sus
obras.” (versículo 22). Yo le digo a ministros, “Trae de nuevo la cruz -
si no la sangre del pueblo estará en tus manos.”
DAVID WILKERSON
lunes, 27 de agosto de 2012
EL PROPÓSITO DE SER ÍNTIMOS CON JESÚS
El propósito de la intimidad con Jesús es tener una revelación del Padre. Si
sus ojos no se abren hacia el Padre, usted no ha entrado en la plenitud de la
intimidad con Cristo.
Jesús les dijo a sus discípulos: "Ustedes necesitan la revelación de quién
es Su Padre. Deben ser capaces de enseñar a otros, que ahora mismo son como
ovejas sin pastor. Ellos piensan que a nadie le importan, que son como hijos
ilegítimos, así que Ustedes deben trabajar como yo he trabajado y hablar como
yo he hablado; ellos necesitan saber que tienen un Padre amoroso en el cielo."
(Juan 14:6-9).
Amados, nosotros necesitamos también esa revelación. Debemos ser capaces de
decir al mundo: "Miren mi vida. Escuchen lo que digo. Vean las obras que yo
hago. Todo es acerca de mi Padre celestial."
Me imagino a Jesús diciéndoles lo siguiente: "¿Así que quieren que les
muestre al Padre? Solamente recuerden las bodas de Canaán, convertir el agua
en vino fue una expresión de mi Padre, estaba mostrando su preocupación por
las más pequeñas e insignificantes necesidades de sus hijos. Él estaba
mostrando que tiene cuidado de la familia, el matrimonio y los alimentos de sus
hijos. ¡Ese era el Padre en acción! nunca he hecho nada por mi propia cuenta,
sino sólo lo que Él me ha dicho que haga." (Juan 14:10-11).
Y continúa: "¿Se acuerdan de la alimentación de los cuatro mil, y después
de los cinco mil? Esas personas habían estado sin comida durante casi tres
días. Ustedes vieron cuán hambrientos estaban y preguntaron: "¿Cómo vamos a
darles de comer?” Así que partí los panes y los peces y los repartimos;
ustedes vieron cómo la gente tomó con abundancia los alimentos. ¿Se acuerdan
de todas las canastas de sobras?"
¿Por qué Jesús dice que el Espíritu Santo traerá todas las cosas a nuestra
memoria? Porque es así como podemos tener una revelación del Padre. Es así
como podemos repetir en nuestras mentes todos los milagros que ha hecho en
nuestras vidas: cada liberación y cada obra maravillosa. Jesús decía a
través de todo lo que hacia: "¡Todo lo que hago por ti es una expresión del
Padre celestial, quién es Él y lo que Él quiere ser para ti!"
DAVID WILKERSON
sus ojos no se abren hacia el Padre, usted no ha entrado en la plenitud de la
intimidad con Cristo.
Jesús les dijo a sus discípulos: "Ustedes necesitan la revelación de quién
es Su Padre. Deben ser capaces de enseñar a otros, que ahora mismo son como
ovejas sin pastor. Ellos piensan que a nadie le importan, que son como hijos
ilegítimos, así que Ustedes deben trabajar como yo he trabajado y hablar como
yo he hablado; ellos necesitan saber que tienen un Padre amoroso en el cielo."
(Juan 14:6-9).
Amados, nosotros necesitamos también esa revelación. Debemos ser capaces de
decir al mundo: "Miren mi vida. Escuchen lo que digo. Vean las obras que yo
hago. Todo es acerca de mi Padre celestial."
Me imagino a Jesús diciéndoles lo siguiente: "¿Así que quieren que les
muestre al Padre? Solamente recuerden las bodas de Canaán, convertir el agua
en vino fue una expresión de mi Padre, estaba mostrando su preocupación por
las más pequeñas e insignificantes necesidades de sus hijos. Él estaba
mostrando que tiene cuidado de la familia, el matrimonio y los alimentos de sus
hijos. ¡Ese era el Padre en acción! nunca he hecho nada por mi propia cuenta,
sino sólo lo que Él me ha dicho que haga." (Juan 14:10-11).
Y continúa: "¿Se acuerdan de la alimentación de los cuatro mil, y después
de los cinco mil? Esas personas habían estado sin comida durante casi tres
días. Ustedes vieron cuán hambrientos estaban y preguntaron: "¿Cómo vamos a
darles de comer?” Así que partí los panes y los peces y los repartimos;
ustedes vieron cómo la gente tomó con abundancia los alimentos. ¿Se acuerdan
de todas las canastas de sobras?"
¿Por qué Jesús dice que el Espíritu Santo traerá todas las cosas a nuestra
memoria? Porque es así como podemos tener una revelación del Padre. Es así
como podemos repetir en nuestras mentes todos los milagros que ha hecho en
nuestras vidas: cada liberación y cada obra maravillosa. Jesús decía a
través de todo lo que hacia: "¡Todo lo que hago por ti es una expresión del
Padre celestial, quién es Él y lo que Él quiere ser para ti!"
DAVID WILKERSON
viernes, 24 de agosto de 2012
UN ESPECIAL TESORO
En Números 13 y 14, nosotros observamos que Israel ha enviado a doce espías a
buscar la Tierra Prometida. Cuando estos espías regresan después de cuarenta
días, ,ellos plantaron tres mentiras en los corazones del pueblo de Dios:
* “No podemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que
nosotros.”
* “Las ciudades tienen murallas muy altas. No podemos penetrar en ellas."
* “Hay gigantes en esa tierra. No podemos igualarlos. ¡Estamos
acabados!”
Estas mentiras se apoderaron del corazón de Israel y el pueblo padeció una
noche de desalentadora: “Entonces toda la congregación gritó y dio voces; y
el pueblo lloró aquella noche.” (Números 14:1). ¿ Puede usted imaginarse
esta escena? Medite en cómo todo esto pudo haber sonado. Más de dos millones
de personas estuvieron sollozando, gimiendo, de luto, enfocándose por completo
en sus debilidades e incapacidades. Estos gemidos de incredulidad bombardiaron
el cielo.
Amado, observe bien esta escena y se podrá ver a usted mismo en ella. ¿Ha
pasado usted por una noche como esa donde gime y solloza por las mentiras
demoniacas que fueron plantadas en su espíritu? Usted pudo haber clamado a
Dios, “Ya tenía suficiente - no puedo aguantar nada más. Esta prueba es
demasiado para mí. Estas ataduras nunca se romperán. Nunca lo lograré. He
perdido al batalla.”
El diablo bombardea al pueblo de Dios con estas tres mentiras: “Tus
tentaciones son muy numerosas. Tu lujuria es demasiado abrumadora. Eres
demasiado débil para resistir las fuerzas que vienen en contra tuya.”
La Palabra que Dios le dio a Israel es también para nosotros hoy en día:
“Ahora, pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis
mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra.”
(Éxodo 19:5).
“Porque eres pueblo santo a Jehová, tu Dios, y Jehová te ha escogido para
que le seas un pueblo único entre todos los pueblos que están sobre la
tierra. (Deuteronomio 14:2).
DAVID WILKERSON
buscar la Tierra Prometida. Cuando estos espías regresan después de cuarenta
días, ,ellos plantaron tres mentiras en los corazones del pueblo de Dios:
* “No podemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que
nosotros.”
* “Las ciudades tienen murallas muy altas. No podemos penetrar en ellas."
* “Hay gigantes en esa tierra. No podemos igualarlos. ¡Estamos
acabados!”
Estas mentiras se apoderaron del corazón de Israel y el pueblo padeció una
noche de desalentadora: “Entonces toda la congregación gritó y dio voces; y
el pueblo lloró aquella noche.” (Números 14:1). ¿ Puede usted imaginarse
esta escena? Medite en cómo todo esto pudo haber sonado. Más de dos millones
de personas estuvieron sollozando, gimiendo, de luto, enfocándose por completo
en sus debilidades e incapacidades. Estos gemidos de incredulidad bombardiaron
el cielo.
Amado, observe bien esta escena y se podrá ver a usted mismo en ella. ¿Ha
pasado usted por una noche como esa donde gime y solloza por las mentiras
demoniacas que fueron plantadas en su espíritu? Usted pudo haber clamado a
Dios, “Ya tenía suficiente - no puedo aguantar nada más. Esta prueba es
demasiado para mí. Estas ataduras nunca se romperán. Nunca lo lograré. He
perdido al batalla.”
El diablo bombardea al pueblo de Dios con estas tres mentiras: “Tus
tentaciones son muy numerosas. Tu lujuria es demasiado abrumadora. Eres
demasiado débil para resistir las fuerzas que vienen en contra tuya.”
La Palabra que Dios le dio a Israel es también para nosotros hoy en día:
“Ahora, pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis
mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra.”
(Éxodo 19:5).
“Porque eres pueblo santo a Jehová, tu Dios, y Jehová te ha escogido para
que le seas un pueblo único entre todos los pueblos que están sobre la
tierra. (Deuteronomio 14:2).
DAVID WILKERSON
jueves, 23 de agosto de 2012
RECUERDE LO QUE DIOS HA HECHO
Tenemos una tendencia a olvidar todas las cosas buenas que Dios ha hecho por
nosotros. Cuando nos enfrentamos a nuevos retos, a menudo no recordamos
nuestras pasadas liberaciones.
Cuando David se paró frente a Goliat, el repasó sus victorias pasadas con el
fin de aumentar su fe. Relató: "David le respondió: A mí me toca cuidar el
rebaño de mi padre. Cuando un león o un oso viene y se lleva una oveja del
rebaño, yo lo persigo y lo golpeo hasta que suelta la presa. Y si el animal me
ataca, lo sigo golpeando hasta matarlo. Si este siervo de Su Majestad ha matado
leones y osos, lo mismo puede hacer con ese filisteo pagano, porque está
desafiando al ejército del Dios viviente."(1 Samuel 17:34-36).
Moisés recordó a Israel todas sus liberaciones pasadas y, a continuación les
advirtió: "Por lo tanto, ten cuidado. Ten mucho cuidado de no olvidar nada de
todo lo que tus ojos han visto. Que no se aparten de tu corazón en ningún
momento de tu vida. Al contrario, enséñales esto a tus hijos, y a los hijos
de tus hijos."(Deuteronomio 4:9).
La Biblia dice de Israel: "No guardaron el pacto de Dios... y se olvidaron de
sus obras, y sus maravillas que les había mostrado" (Salmo 78:10-11). Como los
israelitas, tenemos la misma tendencia siempre que afrontamos una nueva prueba
o aflicción, decimos: "Oh, Dios, esta vez es demasiado para enfrentar." Sin
embargo, la respuesta de Dios es: " ¡Simplemente mira hacia atrás y
acuérdate de mi!"
Si es necesario, haga un diario para recordarse a si mismo las grandes
liberaciones de Dios en su vida. Apunte algunas notas en la noche antes de ir a
la cama. Haga lo que sea necesario para recordar todas las cosas que Él ha
hecho por Usted, todas las angustias que ha pasado y la liberación que Dios
trajo a su vida. Entonces, cuando su próxima aflicción se levante, abra su
diario de notas y dígale al diablo: "Esta vez no me vas a engañar. Mi Dios me
liberó antes, y lo hará de nuevo."
DAVID WILKERSON
nosotros. Cuando nos enfrentamos a nuevos retos, a menudo no recordamos
nuestras pasadas liberaciones.
Cuando David se paró frente a Goliat, el repasó sus victorias pasadas con el
fin de aumentar su fe. Relató: "David le respondió: A mí me toca cuidar el
rebaño de mi padre. Cuando un león o un oso viene y se lleva una oveja del
rebaño, yo lo persigo y lo golpeo hasta que suelta la presa. Y si el animal me
ataca, lo sigo golpeando hasta matarlo. Si este siervo de Su Majestad ha matado
leones y osos, lo mismo puede hacer con ese filisteo pagano, porque está
desafiando al ejército del Dios viviente."(1 Samuel 17:34-36).
Moisés recordó a Israel todas sus liberaciones pasadas y, a continuación les
advirtió: "Por lo tanto, ten cuidado. Ten mucho cuidado de no olvidar nada de
todo lo que tus ojos han visto. Que no se aparten de tu corazón en ningún
momento de tu vida. Al contrario, enséñales esto a tus hijos, y a los hijos
de tus hijos."(Deuteronomio 4:9).
La Biblia dice de Israel: "No guardaron el pacto de Dios... y se olvidaron de
sus obras, y sus maravillas que les había mostrado" (Salmo 78:10-11). Como los
israelitas, tenemos la misma tendencia siempre que afrontamos una nueva prueba
o aflicción, decimos: "Oh, Dios, esta vez es demasiado para enfrentar." Sin
embargo, la respuesta de Dios es: " ¡Simplemente mira hacia atrás y
acuérdate de mi!"
Si es necesario, haga un diario para recordarse a si mismo las grandes
liberaciones de Dios en su vida. Apunte algunas notas en la noche antes de ir a
la cama. Haga lo que sea necesario para recordar todas las cosas que Él ha
hecho por Usted, todas las angustias que ha pasado y la liberación que Dios
trajo a su vida. Entonces, cuando su próxima aflicción se levante, abra su
diario de notas y dígale al diablo: "Esta vez no me vas a engañar. Mi Dios me
liberó antes, y lo hará de nuevo."
DAVID WILKERSON
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